La reina Sofía de España está de luto por la muerte de su hermano menor, quien fuera el último rey de Grecia, Constantino II, pero al que ella y su familia conocían con el apodo de "Tino". El exmonarca griego, que reinó una década antes del restablecimiento de la República en 1974, murió en Atenas a la edad de 82 años.
El exrey griego, "murió de un derrame cerebral" en un hospital privado de Atenas, el centro Hygenia, según anunció la cadena de televisión pública griega ERT, una semana después de haber sido hospitalizado de urgencia a causa de problemas respiratorios.
Descendiente de las familias reales de Dinamarca, Alemania, Rusia y Reino Unido, primo del rey Carlos III, tío de Felipe VI de España y cuñado de la reina danesa, Constantino II nació en 1940, era el hijo del rey Pablo I y de la reina Federica, y hermano menor de la reina Sofía y de la princesa Irene.
La monarquía de Grecia fue fundada en 1863 por acuerdo de las principales potencias europeas y se eligió al príncipe Guillermo de Dinamarca -de 17 años- como rey con el nombre de Jorge I. Constantino II era su bisnieto.
Junto a sus hermanas, "Tino" fue criado en el palacio Tatoi, en una zona boscosa en las afueras de Atenas, y estuvieron juntos cuando la invasión nazi obligó a la familia a refugiarse en Egipto y, finalmente, en Sudáfrica.
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Constantine se educó en un internado y luego asistió a las tres academias militares, así como a las clases de la Facultad de Derecho de Atenas, como preparación para su futuro cargo. También compitió en varios deportes, incluyendo vela y kárate, en los que ostentaba un cinturón negro.
Constantino II ascendió al trono en marzo de 1964, tras la muerte de su padre, y en uno de los periodos más agitados de la historia contemporánea griega. Con 23 años en 1964, el joven monarca ya había alcanzado la gloria como medallista de oro olímpico en vela y era muy popular.
Pero cosas no fueron fáciles especialmente por la nociva influencia de su madre de origen alemán, la reina Federica, y la oposición interna. En apenas unos meses, había perdido gran parte del apoyo popular con su participación activa en las maquinaciones que derrocaron al gobierno de la Unión del Centro, elegido por el pueblo, del primer ministro George Papandreou.
En septiembre Constantino II se casó con su prima, la princesa Ana María de Dinamarca, y aunque se esperaba que la boda realzara el esplendor monárquico, la reina Federica fue acusada de derrochar demasiado dinero público para la grandiosidad de las festividades.
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El país todavía estaba amargamente dividido 15 años después de la guerra civil griega, en el apogeo de la Guerra Fría y con una histeria anticomunista y temores de subversión desenfrenados. Las crisis políticas que ocurrieron después fueron un terreno favorable al golpe de Estado de los coroneles en abril de 1967 y a la junta que la CIA fue acusada de apoyar.
Según documentos diplomáticos de EEUU divulgados más tarde, Constantino trató de imponer una ley marcial en 1967 para evitar el retorno de Georges Papandréou o de su hijo socialista Andréas, elegido Primer ministro 15 años más tarde.
"El pueblo no te quiere, toma a tu madre y vete", se convirtió en el grito de guerra de las protestas, a menudo violentas, que sacudieron Grecia.
Ocho meses después de que los coroneles tomaran el poder, Constantino organizó un contragolpe militar que fracasó. "Fue el peor día de mi vida", dijo en una memoria de 2015 publicada por el semanario To Vima. Más tarde dijo que había optado por no continuar con su contragolpe "porque el riesgo de un conflicto civil general era demasiado grande".
La dictadura abolió la monarquía en 1973, mientras que un referéndum tras la restauración de la democracia en 1974 desvaneció cualquier esperanza que Constantino tuviera de volver a reinar. El rey estaba ansioso por regresar a Grecia, pero el veterano político Constantine Karamanlis, quien regresó del exilio para encabezar un gobierno civil, se lo desaconsejó.
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Karamanlis, que también encabezó el gobierno entre 1955 y 1963, era conservador pero se había enfrentado con la corte por lo que consideraba una interferencia excesiva en la política. Poco después, Karamanlis dijo que la nación se había librado de un "cáncer".
El exilio de Constantino y su familia fue penoso. Constantino II, su esposa y sus hijos huyeron a Roma sin haber podido reunir sus pertenencias, y la familia vivió 40 años en Londres en una mansión de 882 m2 en Hampstead, antes de regresar en 2013.
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El gobierno griego prohibió la entrada de Constantino II y su familia al país, retirándole sus pasaportes, con lo cual el ex rey pasó a llamarse "Constantino Glucksburg". En 1981, cuando la reina Federica murió, se permitió a la familia retornar a Atenas para el entierro con la condición de que abandonaran el país en seis horas.
Con una nostalgia mínima por la monarquía en Grecia, Constantino se convirtió en una figura del pasado relativamente poco controvertida y muy impopular en su país natal.
El octogenario exrey de Grecia había sido internado en diciembre de 2021 tras sufrir un ataque isquémico mientras se encontraba con su esposa, en el palacio de Porto Heli. La última aparición pública del monarca fue el pasado 23 de octubre en la boda de su hijo menor, el príncipe Philippos de Grecia con Nina Flohr.
ds