Los barbijos se sumaron al guardarropa diario debido al coronavirus. Nadie sale sin él y menos funcionarios y funcionarias sin distinción partidaria. Mayra Mendoza, la primera mujer en ser intendenta de Quilmes, exhibió un catálogo de cubrebocas por demás amplio y colorido.
Quien no conozca a la política, con sólo ver varios de sus tapabocas, no necesitará preguntarle cuál es su pertenencia partidaria. En fotos oficiales o en otras que se suben a Instagram de las recorridas por Quilmes o también en su oficina, Mayra alterna el uso de varios “barbijos militantes”. Es decir, aquellos tienen la estampa de, por ejemplo, Evita en versiones color y en blanco y negro. Y también son infaltables, los cubrebocas decorados con dibujos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, o con el “Eternéstor” (el expresidente como el traje del Eternauta).
También tiene otros barbijos con el logo del municipio de Quilmes, unos coloridos y medio psicódelicos, y también con la famosa lengua roja Stone. Todos ellos registrados en su posteos de Instagram. Mayra Mendoza es una de las intendentas que a mediados de mayo tuvo que someterse a un hisopado luego de que a directivos del Hospital Iriarte de Quilmes se les diagnosticara con coronavirus. Ella y algunos funcionarios de su gestión habían compartido en los días previos un encuentro. Si bien el resultado dio negativo, Mendoza y su equipo estuvieron en aislamiento preventivo hasta conocer cómo había dado el testeo mencionado.
EI / DS