En la Argentina hay escasez de dólares y esto afecta a todos los sectores: desde la alimentaria hasta la productiva o automotriz. No obstante, esto también afecta al fútbol ya que los equipos acceden al mercado oficial de divisas para la transferencia de jugadores.
Incluso Silvina Batakis, flamante ministra de Economía, hizo un chiste sobre esto. Es que River Plate tenía todo acordado para sumar a Miguel Ángel Borja a cambio de 7 millones de dólares.
Sin embargo, la primera cuota de un millón y medio todavía no fue acreditada en la cuenta de Junior y de Palmeiras, dueños del pase del colombiano. Como industria, el fútbol argentino exporta más de lo que importa y por eso los dirigentes de los clubes piden que el acceso a las divisas sea automático.
Por disposición del Banco Central, el dinero cobrado en dólares debe ser pesificado al dólar oficial, es decir a 126 pesos. Un ejemplo claro fue lo ocurrido con Julián Álvarez y lo mismo ocurre cuando se giran los fondos de Conmebol a los equipos argentinos por participaciones en certámenes internacionales.
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Al comprar a un futbolista, el club debe presentar una declaración jurada para acceder al mercado de cambios. Por el caso previamente mencionado, River depositó 195 millones de pesos en el Banco Central y la operación de momento está trabada.
Es importante saber que las transacciones no eran así. Antes de los cambios en el Ministerio de Economía, se podían girar las divisas con mayor facilidad, llegando a destino a tiempo.
