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Opinión

El cinturón de óxido le dio la espalda a Donald Trump

El sector industrial que le entregó el triunfo al presidente en 2016, lo abandonó en 2020. Hoy el presidente es Joe Biden.

Comienza a perfilarse ya el cambio de signo político en Estados Unidos. Es muy probable, creo que casi irreversible, ya que la victoria de Joe Biden termine siendo la que caracterice el cambio de rumbo en el país del Norte. Es difícil explicar con una sola variable los por qué, pero el cambio de rumbo, a mi juicio, fue claramente impreso por el cambio de signo político, la pérdida del poder político que había demostrado en 2016 Donald Trump en tres estados claves integrantes de lo que se llama el cinturón del óxido. Nos referimos a Pensilvania, a Michigan y a Wisconsin.

Fueron tres estados que sumados tienen 48 votos electorales, los que en 2016 fueron favorables para Donald Trump y dieron vuelta en esta elección del 2020.

¿Por qué? Bueno, en ellos reside fundamentalmente la clase obrera industrial americana, tan vapuleada y desempleada a partir del proceso de desindustrialización que sufrió la nación del Norte. Clase obrera blanca, preferentemente sin estudios universitarios, con una tasa de suicidio muy por sobre, incluso la tasa de suicidios hispano, con circunstancias de consumo de sustancias prohibidas muy importante. O sea, con unas condiciones de vida muy deficitarias que vieron en la promesa de Donald Trump de re industrialización de Estados Unidos o de una vuelta a las industrias en la zona tan particular del cinturón del óxido, una de sus alternativas de vida necesarias. Obviamente, no sucedió.

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Joe Biden da vuelta el resultado en Pensilvania y consolida la ventaja sobre Donald Trump

Donald Trump no pudo revertir el proceso de quiebra industrial, cuyo epicentro (para que todos tengamos una idea) es la ciudad de Detroit, que no pudo revertir el desempleo industrial que existió a partir de los años 90 en Estados Unidos. Eso hizo que definitivamente estos tres estados tan claves no le fueran favorables. Con lo cual, a mi juicio, se definió ahí la elección de 2020, siendo ya irreversible el triunfo de Joe Biden con respecto a Donald Trump en las elecciones estadounidenses.

¿Qué conclusión sacamos con esto? Que hay un sector del electorado que efectivamente, respetando la estructura de polarización, porque aún y a pesar de haber sido la elección más concurrida de la historia, la polarización siguió marcando el comportamiento electoral estadounidense. Hay un sector del electorado, pequeños que define la elección, en este caso, cuya toma de decisiones está dado por la gestión.

Cuando la gestión resulta insatisfactoria, más que una cuestión ideológica, hay una cuestión de condiciones materiales, de existencia. Hay un electorado muy estratégico y normalmente pequeño, que termine definiendo elecciones estrechas, muy polarizadas. Y esto es lo que sucedió a mi juicio en Estados Unidos. El cinturón del óxido que le diera el triunfo a Donald Trump en 2019 le dio la espalda en 2020. Y hoy el presidente es Joe Biden.