Toda una provincia conmocionada por el crimen de Joquín Sperani, un adolescente de 14 años que fue asesinado de 18 golpes en la cabeza, cuyo cadáver fue encontrado en una casa abandonada de la ciudad cordobesa de Laboulaye, que lo vio crecer. Su mejor amigo, también de 14 años, confesó haberlo matado. Desde entonces, el adolescente fue trasladado a un centro de detención juvenil, donde se encuentra privado de su libertad.
Joaquín fue despedido por cientos de vecinos de la localidad que despidieron sus restos en medio de un fuerte dolor y conmoción.
Qué arrojó la autopsia de Joaquín Sperani
El informe preliminar dio escabrosos detalles sobre la muerte de la víctima: Joaquín recibió 18 golpes en la cabeza, primero con un fierro y después con un pedazo de hormigón. El cuerpo sin vida quedó en una casa abandonada a 100 metros de la escuela.
El adolescente que confesó el crimen es inimputable por su edad, pero ya está a disposición del justicia penal juvenil.
Según describió la familia de Joaquín, el adolescente sufría bullying, por tener una personalidad introvertida, por la que incluso no usaba redes sociales.
Uno de los videos que captó la última imagen con vida de Joaquín, que lo muestra camino a la escuela, a donde nunca llegó. Ya que el día que su mamá denunció la desaparición, luego se supo que no había asistido a clases. Sin embargo, el adolescente que confesó el crimen, volvió a clases como sin nada hubiera pasado.