Es un 2021 atípico en cuanto a las vacaciones de los argentinos. Este año tocó quedarse a disfrutar de las propuestas que tienen los diferentes centros turísticos del país y el más elegido por cercanía y disfrute asegurado es la costa. RePerfilAr invitó a Augusto Brugo, director de la Revista Parabrisas, quien sabe todo sobre cómo hay que prepararse para despejarse por un rato, sin olvidarse, del coronavirus.
En primer lugar, Brugo detalló lo primordial: “Antes de salir a la ruta tenés que tener los papeles en regla, sino no podés salir. Cédula verde, registro sin vencer, verificación técnica vehicular y el seguro al día por supuesto”.
Muchos se preguntarán cuánto tienen que gastar en nafta en la ida, la vuelta y andar por el destino elegido, el precio es redondo: 10 mil pesos. “El peaje ida y vuelta son otros mil pesos más”, agregó el periodista. Además, hay que prestarle atención al estado del auto que se elige para poder viajar: “A los cinco años los neumáticos empiezan a perder efectividad y después de los 50 mil kilómetros es recomendable cambiar las cuatro cubiertas”, aseguró Augusto. El precio por cada una es de 15 mil pesos en una marca promedio nacional.
También si se le cambia la correa, “una parte del motor vital para que se refrigere y distribuya las partes internas”, costaría 20 mil pesos. En resumen, el periodista afirmó que: “Si querés irte de viaje a Mar del Plata con un auto, en condiciones de cinco años, podés llegar a gastar 100 mil pesos”.
Los gastos, aunque parecen mínimos, se van sumando: “Alineación y balanceo 3 mil pesos, aceite y filtro 5 mil pesos más”, declaró Brugo y recomendó: “Siempre viajar de día”. También el periodista hizo hincapié en las multas por exceso de velocidad, no tener las luces encendidas del vehículo o no tener el matafuego al día, por nombrar algunas faltas: “Podés llegar a pagar hasta más de 20 mil pesos”.
Estas son algunas de las recomendaciones para quien quiera irse unos días de descanso dentro del país y siempre es importante tenerlas en cuenta para no ocasionar o sufrir accidentes en la ruta por una falla que podría haberse evitado.