Distancia, división o diferencia. La triple D de los argentinos se llama grieta. Más allá de que intentemos minimizar o colocarla en un lugar de abstracción, esa maldita o bendita grieta es palpable.
La opinión pública habla y permanentemente se expresa: tristeza, angustia, preocupación, bronca, desesperanza, incertidumbre, impotencia y enojo son solo algunos de los adjetivos con los que los argentinos describen la situación actual.
La última encuesta de la consultora Giacobbe y asociados hizo foco en algo que todos sabemos que existe y que consciente o inconscientemente intentamos ocultar. Los argentinos estamos divididos y el “Grietómetro” que más nos duele es el que nos hizo perder amistades en los últimos años.
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Más del 41% confesó haber perdido amigos por la grieta. Casi el 27% se distanció de amigos de trabajo y el número más doloroso: el 40,9% sufrió una ruptura dentro del seno familiar incluyendo a una pareja, padres, hermanos o hasta hijos.
Mientras tanto, la política- o mejor dicho los políticos- no logran ponerse de acuerdo en políticas de estado básicas, plurales y a largo plazo.