Con el anuncio del presidente Alberto Fernández del aislamiento social obligatorio aplicado a partir del 20 marzo, las peluquerías y otros rubros no esenciales cesaron la actividad. Con cuatro meses de persianas bajas, este miércoles 29 de julio reabrieron con estrictas medidas sanitarias y con turnos para la atención de los clientes.
Reperfilar realizó un informe con foco en Villa Urquiza, donde funciona un caudal importante de las peluquerías porteñas. Diferentes estilistas explicaron cómo cómo los afectó la cuarentena y se mostraron auspiciosos de cara a este nuevo comienzo.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires impuso un estricto protocolo que contempla la atención con turno previo, el uso de tapabocas -tanto para el profesional como para el cliente- y distanciamiento social con límite de personas dentro del local.
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Cada peluquería debe contar con una alfombra sanitizante. Además, los envases de los productos utilizados deben estar desinfectados luego de cada corte, no se deberán compartir elementos entre los estilistas y debe haber una señalización para mantener la distancia.
