En apenas una semana, la Argentina pasó de tener 5.371 infectados de coronavirus desde el inicio del brote a 6.879, según las cifras del último informe matutino de este jueves 14 de mayo que difunde todos los días el Ministerio de Salud de la Nación. Ante estos registros, la duda empezó a surgir con respecto a si es posible que el país esté yendo hacia el pico de casos.
PERFIL consultó con expertos en epidemiología e infectología para saber si realmente la Argentina se dirige hacia el famoso “pico de la curva” tras el abrupto crecimiento de los contagios en los últimos siete días.
El epidemiólogo Roberto Chuit, director ejecutivo del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas (IIE) consideró: “Todavía no hemos llegado al pico, hay que ir viendo cómo sigue la epidemia. Hoy tenemos estos focos que están concentrados en barrios populares. Sí que es cierto que este puede ser un pico dentro de lo que es el proceso de esta pandemia. Es decir, vamos a tener intervalos de tranquilidades y picos”.
Coronavirus: "Aumentaron los casos por la alta transmisión en barrios populosos e instituciones"
“Estimo que no debería ser un ascenso permanente, pero todo depende de cómo sean las intervenciones en los espacios en los que se están desarrollando. Una cosa es que afecte a la totalidad de la población y otra que afecte a espacios más reducidos, como está sucediendo por ahora”, puntualizó Chuit.
En cuanto al récord de fallecidos registrados en las últimas 24 horas, el epidemiólogo negó que sea una consecuencia del crecimiento de los contagios: “Esta película que estamos viendo hoy viene ya de hace varios días, que iban aumentando las camas en terapia intensiva. Uno debería esperar entre 30 y 40 fallecidos en los grupos de riesgo. Nos tenemos que acostumbrar que en la medida que se vayan produciendo focos van a ir dando situaciones de riesgo”.
Vamos a ver un llamativo cambio en la última semana de esta mes y la primera de junio, dijo Pizzi
Para el infectólogo y director del Centro de Enfermedades Tropicales de Córdoba (MN:54101), Hugo Pizzi, afirmó que este crecimiento ya estaba contemplado: “Es algo que ya estaba previsto. Evaluando y viendo todas las cifras yo creo que todavía no estamos en el pico, nos falta un poco, me da la sensación que la curva va a empezar a crecer más tarde, vamos a ver un llamativo cambio en la última semana de esta mes y la primera de junio”.
Pizzi, que formó parte del comité de crisis para la anterior pandemia en Argentina, la de Influenza H1N1 (gripe porcina), analizó que lo que sucedió en la última semana son “pequeños saltos” que se esperan dentro del panorama de la pandemia y que este incremento se debe a los contagios en los barrios vulnerables. “Todo lugar donde existe un índice demográfico llamativo por cuadra o manzana iba a tener este problema. Esta densidad demográfica desbordada hace que evidentemente el riesgo siempre exista porque el virus es una cosa muy filtrada”.
Por otro lado, el infectólogo consideró que el pico puede venir más por causa de la flexibilización del aislamiento porque “todo el mundo se relajó” y es algo que no debería pasar por lo altamente contagioso que es el COVID-19. El especialista opina que a eso se agrava ante la llegada de las bajas temperaturas. “Para este tipo de patologías que agreden tanto al sistema respiratorio siempre es mejor estar en una zona con un clima templado o cálido porque de por por sí el frío inflama las vías áreas superiores y un resfriado o una gripe deja el organismo en inferioridad de condiciones, y baja las defensas”, apuntó.
“En algún momento la vida tiene que volver a la normalidad. Hay una presión económica, donde hay actores dentro de la sociedad que están avisando que necesitan cambiar y producir. La cuarentena no puede ser eterna y la historia médica lo dice, pero hay que ser hábil en el sentido de poder ir evaluando con sagacidad cada tiempo qué se puede flexibilizar”, cerró Pizzi.
Por su parte. el infectólogo y jefe de medicina tropical y del viajero del Hospital Muñiz, Tomás Orduna (MN:61528), aclaró que los números de los últimos días tienen que ver con los contagios detectados especialmente en dos villas de la ciudad: la 31 y la 1-11-14. “Ahí hubo un trabajo activo de búsqueda de casos en otras solo se registraron algunos pero no una cifra tan importante”, consignó.
“Lo que sucede en el ámbito de la Capital Federal, en este momento, no es extrapolable a lo que sucede en todas las barriadas populares o el Gran Buenos Aires, menos en el resto del país. En la Ciudad podríamos estar en un momento de máxima expresión o en el inicio de la ola, pero es absolutamente en potencial y, como dije, no es extrapolable a lo que sería el resto del territorio donde muchas provincias hace muchos días que no tienen ningún caso”, sostuvo Orduna.
Lo que sucede en el ámbito de la Capital Federal no es extrapolable a lo que sucede en todas las barriadas populares o el Gran Buenos Aires, menos en el resto del país, dijo Orduna
En ese marco, consideró que para la ciudad de Buenos Aires se trataría del inicio de la ola si se propaga a otros barrios en los que no hay casos registrados ni villas miserias, más en el centro de la Capital Federal como Caballito o Parque Centenario: “Va a depender de cómo se comporta el virus y todo lo que se está haciendo desde el trabajo activo de la búsqueda de casos sospechosos, del aislamiento de los que se tiene sospecha de que contrajeron el virus, así como lo que pasa en las villas. Si los que habitan en ellas salen de la zona para ir a otro punto de la Ciudad a trabajar podría haber un derrame por lo que siempre tenemos el pie arriba de la palanca de freno para parar todo lo que se había abierto y volver atrás”.
Al igual que Chuit, Orduna analizó que el récord de 23 muertes registrado en el día de hoy no responde al pico de los contagios sino con "varios de los pacientes que estaban en terapia intensiva o geriátricos". "Los detectados en villas por lo general son gente joven con síntomas leves", concluyó.
B.D.N./MC