Ayer, martes 12 de mayo fueron confirmados 285 nuevos casos de COVID-19 en la Argentina, según consignó el informe vespertino que difunde el Ministerio de Salud de la Nación. Con estos registros, suman 6.563 positivos en el país. Del total de esos contagios, 932 (14,2%) son importados, 2.974 (45,3%) son contactos estrechos de casos confirmados, 1.926 (29,3%) son de circulación comunitaria y el resto se encuentra en investigación epidemiológica.
Asimismo, se registraron dos nuevas muertes. Un hombre, de 87 años, residente en la Ciudad de Buenos Aires (CABA); y una mujer, de 100 años, que vivía en la provincia de Buenos Aires. Al momento la cantidad de personas fallecidas se eleva a 319.
El nuevo informe diario del programa de comunicación conjunta establecido entre el prestigioso Instituto de Investigaciones Epidemiológicas (IIE) y Editorial Perfil indica que en los últimos diez días el promedio de casos diario de la Argentina supera las 250 notificaciones. Según el organismo, esto responde al contagio en focos específicos de transmisión, como barrios populosos e instituciones.
“Es posible también observar que el número de personas fallecidas se mantiene en una cifra estable así como el requerimiento de camas de complejidad que continúa entre 150/160”, se expone en el informe del IIE con respecto al resto de variables de la pandemia.
El organismo afirma que la ocurrencia de casos en focos específicos obliga a que la estrategia de intervención sea la del control de foco. “Hay que estudiar no solo a los casos sintomáticos sino aquellos contactos estrechos para determinar que no están infectados (estudio con RT-PCR) y luego hay que proseguir al aislamiento de los positivos para controlar la transmisión”.
En esa línea, se precisa que si se trabaja únicamente en la búsqueda de sintomáticos “lo ocurrido en otros países nos informa que iremos detrás del virus y no adelantándonos a él”.
Si no se toman medidas adecuadas en barrios populosos y geriátricos van a seguir funcionando como grandes aportantes de contagios y fallecidos
El epidemiólogo Roberto Chuit, director ejecutivo del IIE, remarcó que el COVID-19 ingresó en espacios donde no es tan sencillo el control. “En los geriátricos y los barrios populosos hay contactos más estrechos y entonces la transmisibilidad es mayor. Por cada infectado este virus produce entre tres y tres y medio más y muchos de los casos tienen distintos ciclos de ocurrencia de síntomas. Si no se toman medidas adecuadas en estos lugares van a seguir funcionando como grandes aportantes de contagios y fallecidos”.
El experto asevera que por esta razón y el hecho de que exista transmisión comunitaria lo adecuado es cambiar los mecanismos de funcionamiento. “Mientras no hay contagio comunitario el estudio puede centrarse en lo que es el caso y los contactos cercanos. Pero, cuando la hay, se debe hacer una búsqueda más amplia y tratar de bloquear el virus, y esto se consigue al hacer pruebas a todas las personas que forman espacio del núcleo donde el enfermo se mueve y no solamente los sintomáticos”, consignó.
El análisis de Chuit
— ¿Habría alguna forma de prevenir el contagio en los geriátricos?
—Una de las formas es evitar los múltiples trabajos en las instituciones para que si los empleados se infectan en alguna circunstancia no contagien a otras personas. Asimismo, sería bueno hacer rotación del personal en días controlados: 4 días de trabajo por 10 de descanso. Generando esos turnos uno permitiría que los trabajadores si se infectan en los días que presentan síntomas no contagian porque están en su casa y cuando regresan ya pasaron el período en el que pueden transmitir la enfermedad. A eso se le sumaría restringir las visitas, mantener los distanciamientos físicos de las personas y mejorar los procesos de bioseguridad (uso de barbijos, mascarillas, lavado permanente de manos, no utilizar los mismos elementos de las personas que están a cuidado).
— ¿Y qué estrategia habría que seguir para evitar contagios en los barrios populosos?
— Ahí es muy difícil establecer que la gente se quede en la casa puesto que un número importante de personas en un espacio pequeño genera más problemas que soluciones. Por lo cual es necesario encontrar alternativas de hospedaje o que la familia pueda compartir otros espacios aún manteniendo a uno de los integrantes al cuidado de la vivienda.
B.D.N.
