Salarios bajos, precarización laboral, sobrecarga de tareas y pocos recursos, son solo algunas de las circunstancias que deben afrontar los docentes argentinos a la hora de tratar de enseñar a leer y escribir en las escuelas primarias. Circunstancias, al fin de cuentas, que obligan al 30% de los maestros argentinos del primer nivel a no solo conseguir cargos en otras escuelas, sino también a buscar otros trabajos fuera de su carrera de docente a fin de incrementar sus ingresos.
Según datos del informe “Características y condiciones de trabajo de las y los docentes de primaria”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, el 30,5% de los docentes de primaria en Argentina trabajan en dos o más escuelas. Se trata, en definitiva, de un promedio superior al que registran los países de América Latina que es del 11,4%, y que solo es superada por Brasil, que llega al 38,6%.
Pero además, el 14,4% de los docentes argentinos declaran tener otra actividad remunerada, un porcentaje superior al promedio regional que es del 8,4%. Después de la Argentina se ubican en el ranking Guatemala con el 14%; Uruguay con el 13,5%; México con el 10,2%, y la República Dominicana con el 10%. Cuba, por su parte, y con el 1,9%, se posiciona como el país con el porcentaje más bajo de docentes con necesidades de tener un trabajo adicional.
"Esta es una situación que no ha sido atendida por ningún gobierno"
El estudio se basó en la información provista por los cuestionarios complementarios del Cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), llevado a cabo por Unesco en 2019 en 16 países de América Latina en el nivel primario, y que llevó la firma de Mariano Alu, de la Universidad de San Andrés, y de Samanta Bonelli junto a Martín Nistal por el Observatorio de Argentinos por la Educación.
“Es gravísimo pensar que un tercio de los maestros argentinos tengan que estar trabajando de esta manera, que tengan más de un cargo de docentes de primaria para poder llegar a fin de mes. Estamos hablando de sueldos bajos, así de sencillo. Estamos hablando de precarización laboral y de una situación que no ha sido atendida por los gobiernos”, aseguró, de manera contundente Viviana Postay, directora del Instituto de Enseñanza Secundaria y Superior de Villa Carlos Paz. “La situación de que un docente tenga dos o más cargos impacta de una forma muy negativa en las trayectorias escolares de los alumnos. La maestra de primaria tiene que dedicarse de forma casi exclusiva a los chicos a un único grado, ya que está enseñando a leer y escribir”, agregó.
La mayoría de los docentes de primaria en el país están contratados por un turno escolar, equivalente a media jornada. Este factor parece explicar la mayor proporción de docentes argentinos que trabajan en más de una escuela en comparación con sus pares de la región. El 41,8% de los docentes argentinos tiene por contrato un turno por semana (22,5 horas), mientras que el 34,9% tiene entre 22,5 y 40 horas. Uno de cada cuatro docentes (el 23,3%) respondió que el contrato supera las 40 horas por semana.
“El informe muestra que la situación de los maestros de primaria en nuestro país es similar al resto de la región en aspectos como la edad, la antigüedad y los años de formación. Sin embargo, hay algunas características de la situación local que llaman la atención, como la cantidad de docentes con contratos de corta duración (vinculados, quizá, a suplencias cortas) o el porcentaje de docentes que trabajan en más de una escuela. Ambos aspectos impactan en la continuidad y la profundización del vínculo de los docentes con las situaciones específicas de cada institución educativa”, reflexionó Mariano Alu, coautor del informe.
En la misma dirección, Claudia Romero, profesora e investigadora de la UTDT, señaló que “es evidente que trabajar en más de una escuela implica duplicar o triplicar la cantidad de alumnos, familias y equipos docentes con los cuales el docente interactúa, intensificando las demandas profesionales y emocionales de su tarea. Probablemente, aún el docente mejor formado verá afectado su desempeño en escenarios de dispersión laboral”.
Otro de los datos que surgen del informe son los que refieren a que en la Argentina nueve de cada diez docentes de primaria son mujeres, el 94,6%. La mayor tasa de feminización de la profesión, cuando en la región el promedio es del 74,2%. “En Argentina, la corriente del normalismo consideró que las mujeres eran las que debían llevar adelante la educación de los niños porque hacía una relación entre lo que sería su instinto maternal o sus cualidades maternales y el estar enseñando a niños pequeños”, afirmó Postay, en su charla con PERFIL.
“Estamos pensando en la utopía sarmientina, pero en ese momento hacer la carrera de maestra normal era una carrera prestigiosa. Que permitía ascenso y progreso social; permitía que esa mujer por ahí saliera de una situación familiar con padres analfabetos, y pasara a tener un trabajo prestigioso, reconocido y bien pago. Pero bueno, esto ya no es más así. Cuando decimos que en Latinoamérica la pobreza tiene cara de mujer, una de las cosas de las que nos referimos es a esto, a las maestras”, concluyó la docente.
Números
◆ El 30% de los maestros argentinos trabaja en dos o más escuelas o tiene otro trabajo por afuera de la actividad docente.
◆ El 14,4% declararon tener otra actividad remunerada distinta a su actividad de enseñanza. El promedio en la región es del 8,4%.
◆ Después de la Argentina se ubican en el ranking Guatemala con el 14%; Uruguay con el 13,5%; México con el 10,2%.
◆ Cuba con el 1,9% es el país con el porcentaje más bajo de docentes con necesidades de tener un trabajo adicional.