SOCIEDAD
Tecnología feminista

Remiseras, plomeras, electricistas: cómo funcionan las apps de trabajo para mujeres

Además de brindar seguridad, pretenden romper la brecha salarial y de desempleo que históricamente afectan más al colectivo femenino.

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Nueva apps de trabajo para mujeres | Cedoc

Son oficios tradicionalmente ejercidos por hombres pero en los que cada vez mas mujeres están ganando terreno. Remiseras, plomeras, electricistas, armadas con sus cajas de herramientas o al frente del volante abren lugar para que otras las sigan. Con la intención de construir redes de contactos para aquellas mujeres que tienen el desafío de insertarse en ambientes dominados por varones nacieron Sara y Femplea, dos aplicaciones pensadas como bancos de trabajo de mujeres para mujeres.

"El objetivo principal es que puedan ofrecer su servicio y tener la confianza de que van a llegar a mujeres a su hogar", explica Silvia Ferraro de la Fundación Mujeres en Igualdad que junto a la agencia Wunderman pensaron y desarollaron Femplea.

La aplicación se presentó el pasado 8 de marzo y se puede descargar en todos los celulares. "Lo que garantiza es que las mujeres que la usan siempre tiene la seguridad de tratar con otras mujeres", explica Ferraro e indica que esto no se trata solamente de un tema de seguridad sino que el principal objetivo es fomentar la inserción laboral femenina en áreas asociadas a los hombres. "Cada vez hay más mecánicas", dice sorprendida. Femplea, además, tiene convenios con sindicatos y universidades para brindar capacitaciones en oficios que pueden consultarse a través de su página web.

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Cuánto confían las mujeres en su desarrollo laboral

Viviana Garrido es de Merlo, tiene 35 años y además de ser maestra mayor de obras, estudia arquitectura. Hace trabajos de electricidad, albañilería, plomería y pintura. "Tenía un grupito de varones con los que trabajaba y me quería largar sola, pero por un tema de seguridad no quería meterme en la casa de cualquier persona", explica.

Antes de dedicarse de lleno a la albañilería, se desempeñaba como maestra en una escuela. "Trabajo no me sobra, pero tengo lo necesario para vivir y no necesito volver a la docencia", describe.

En la misma vereda se ubica Sara Ladies & Teens, una app que va a entrar en funcionamiento a fines de enero y ofrece servicio de remisería de mujeres a mujeres. "El servicio ya existe en otros países y con todos los problemas de abusos e inseguridad que hay acá nos pareció bueno desarrollarlo en Argentina", cuenta Felipe Martínez su director regional.

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Para conseguir que el servicio sea legal junto a su socio tuvieron que armarlo bajo la estructura de una remisería que, por ahora, tiene sedes en Ciudad de Buenos Aires y en San Justo. Además, todas las conductoras deben tener registro profesional y habilitar sus autos para trabajar. "El trámite no da mucho trabajo, pero ofrece más seguridad y la tranquilidad de que no están haciendo nada ilegal", explica.

"Tenemos para habilitar casi 40 conductoras para empezar. Podríamos salir ya, pero queremos que todo el servicio respete la ley para que ellas se sientan tranquilas al usarlo", cuenta Martínez.

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Mujeres y empleo. Además de ser una propuesta de seguridad para aquellas que quieran contratar y ofrecer sus servicios a otras mujeres, estas aplicaciones funcionan como generadores de empleo dentro del sector más afectado por las malas condiciones laborales. Las últimas cifras disponibles indican que dentro del 34% de trabajo en negro en el país, en las mujeres la cifra sube a 37% mientras que para los hombres es el 32%. Lo mismo sucede con la desocupación que no solo afecta más a las mujeres, sino que se duplica en las menores de 29 años.

Así lo considera Diana Maffia, Directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, que asegura usar las aplicaciones con muy buenos resultados. "Son algo más que una propuesta de seguridad. Son una estrategia de acción afirmativa a favor de grupos desaventajados en sus condiciones laborales. Las mujeres son mayoría en el trabajo informal y las peor rentadas en la escala laboral, sobre todo en el trabajo doméstico. La estrategia alcanza a otros géneros perjudicados en las oportunidades laborales -travestis y mujeres y varones trans -, y también a colectivos particulares como por ejemplo, sobrevivientes de explotación sexual", sostiene. Otra razón más para probarlas.