Los numerosos escaladores que viven en Buenos Aires y alrededores no tienen cerros cercanos. Igualmente, cientos de amantes del montañismo entrenan a diario, desde hace cuatro décadas, como si estuvieran en la montaña. Usan la "Palestra" de Buenos Aires, uno de los grandes muros del mundo –tiene casi 20 metros de altura– totalmente revestido de piedra natural. Ahora ese espacio deportivo único está en riesgo inminente de ser demolido por que la ciudad de Buenos Aires planea ensanchar un puente cercano y necesita el espacio para una rampa de acceso.
La "Palestra" la administra el club Centro Andino Buenos Aires (Caba). Y pese a que su estructura de piedras y hormigón es muy firme, el conjunto se asienta sobre terreno jurídico frágil. Es que fue construida hace cuarenta años, con fondos de la Secretaría de Deportes, en terrenos donde hoy funciona el Centro Nacional de Deportes de Alto Rendimiento, que originalmente eran de la Nación, en pleno Núñez, a pasos de la cancha de River.
Con sus casi 20 metros de altura es uno de los mayores muros de pierda en el mundo.
Cada semana concurren allí a entrenar cientos de escaladores urbanos. Incluso en ese espacio grupos de seguridad y rescate de bomberos, policía y hasta del ejército realizan cursos de perfeccionamiento. Es el lugar donde se aprende a usar arneses, cuerdas y equipos para escalar y descender haciendo rappel, en forma profesional y segura.
La Palestra fue inaugurada en 1982, cuando el terreno era de Nación -CABA aún no existía como jurisdicción-. Tras la reforma constitucional de 1996, el Cenard quedó bajo la administración del estado nacional pero sus terrenos -que tienen una gran infraestructura deportiva montada además de la Palestra- quedaron como patrimonio de la Ciudad. Eso pese a que la administración, seguridad y acceso siguen haciéndose desde el Cenard.
Hace unos meses el GCBA presentó un proyecto para ampliar el "Puente Labruna" y eso implica la demolición de la Palestra para construir rampas de acceso vehícular.
De concretarse dejaría a cientos de escaladores "urbanos" sin la posibilidad de practicar su actividad preferida, nada menos que un deporte que se está volviendo cada vez más popular en el mundo. La mejor prueba de su creciente aceptación es que, desde 2020, la escalada deportiva ya es una de las selectas pruebas olímpicas.
Según le dijeron a PERFIL fuentes de la Secretaría de Deportes de la Ciudad, "el proyecto se lleva a cabo a través de la empresa AUSA. Y desde Deportes le ofrecimos a las partes (Nación y al club CABA que la administra) buscar un espacio donde poder reubicarla en alguno de los parques o polideportivos de Ciudad". Se trata de un tema complejo porque, por el tipo de estructura, deben participar arquitectos e ingenieros especializados para diseñarla y construírla.
"Lo raro es que", según le dijeron a PERFIL algunos de los usuarios cotidianos del muro, "es que -al menos hasta ahora- las autoridades de la Subsecretaría de Deportes de la Nación no están defendiendo este espacio único en su tipo como deberían ante la posibilidad de demolición".
Paredes que apasionan: una iniciación a la escalada
Desde la Ciudad le explicaron a este diario que, por ahora, se hicieron algunas reuniones con el Centro Andino Buenos Aires que sirvieron para ponerse de acuerdo en que era posible "trasladar" la Palestra (construir un muro equivalente) en otro espacio deportivo de la Ciudad. Claro que ahora la discusión se volverá más compleja: deben acordar los tiempos y el financiamiento necesario entre tres partes con intereses encontrados.
O sea, una “cumbre” difícil para que el deporte de montaña por excelencia pueda seguir practicándose en la poblada llanura de Buenos Aires.