Todo comenzó con un hilo de mensajes en Twitter en los que una argentina relataba su historia de amor con una chica que conoció en la ciudad de Sevilla, en España, durante un viaje de estudios. Tras contar con minuciosos detalles el comienzo de la relación, la joven terminó el relato con un pedido de donaciones para costear el viaje de su novia, Elena, a la Argentina. Lo hizo a través de un link de la plataforma de financiamiento GoFundMe.
A partir de ahí, se desató la ira tuitera. Algunos usuarios comenzaron a revisar mensajes viejos de su cuenta (que ahora está borrada) donde la joven argentina, identificada como @claraburgio1 en su nuevo usuario, realizaba comentarios racistas y discriminatorios.
Antes de ayer escribí esta carta dando explicaciones de lo que pasó. Al segundo de hacer mi cuenta pública, recibí miles de mensajes atacándome sin leer nada de lo que dije pic.twitter.com/PLQHgqHwfb
— claraburgio (@claraburgio1) March 7, 2019Esto no les gusta a los autoritariosEl ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.Hoy más que nunca Suscribite
Incluso, se conoció que ella misma había impulsado tres subastas con el mismo objetivo. La catarata de insultos y memes fue tal, que la joven decidió cerrar su cuenta. Sin embargo, este jueves, con su nuevo usuario, publicó un descargo en el que afirma que tiene "pánico", que "escribir la historia le cag* la vida", que todo se trató de un malentendido y que todo había comenzado como "una broma entre amigos".
"Lo llevaron a un extremo de odio, repudiándome cosas que me arrepiento mucho de haber dicho hace casi 10 años. No soy la persona que fui en ese momento. Crecí, cambié, como todos. Para que te imagines, hasta decía cosas homófobas y años más tarde me di cuenta de que soy lesbiana", comienza.
"Me da pánico y casi que no puedo comer hace días porque al poner mi nombre en el buscador aparecen cosas horribles de mi basados en ningún fundamento. Escribir una historia de amor me cagó la vida", sostiene.
Y continúa: "Yo repito, entiendo que pedir donaciones les haya parecido de última, pero tanto como para cagarme la vida? Quien dice que la situación económica de mi familia habla de la mía? No se pusieron a pensar que quizás no están de acuerdo con esto?".
En cuanto a la existencia de varias cuentas para donar para el mismo pasaje, @claraburgio1 explica que se debe a que en las primeras dos ocasiones en las que intentó activar la subasta no logró que funcionara, y lo consiguió recién en el tercer intento. "Por eso en las otras campañas puse fotos cualquiera solo con el objetivo de ver si funcionaban. También esa es la razón por la que sólo difundí sólo la campaña funcionante", explica.
"Una vez que logré que funcionara la plataforma decidí twitteralo para que lo vean mis amigos y conocidos, con el objetivo de poder recaudar donaciones .(...)De repente todo se me fue de las manos y me ilusioné con que a la gente le había gustado mucho la historia, muy entusiasmada. No sabía que iba a tener tanta repercusión y los chistes eran graciosos hasta que comenzaron a acosarme", describe.
"Me dicen estafadora, ladrona cuando yo no obligue a nadie a leer y a donar y lo único que hice fue ser una boluda enamorada con ganas de ver a su novia que vive a 10 mil kilómetros de distancia", concluye.
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