El príncipe Enrique ("Harry") de Gran Bretaña siente miedo ante lo que el destino puede deparar para su esposa, Meghan, duquesa de Sussex y cree que podría ser víctima de la misma presión y persecución que condujo a la muerte a su madre, la princesa Diana. "Perdí a mi madre por esto y ahora veo a mi esposa víctima de las mismas fuerzas poderosas", escribió el príncipe esta semana desde Sudáfrica.
El duque de Sussex lamenta que Meghan se haya convertido en apenas dos años en blanco de una campaña "despiadada", que "se intensificó” durante el embarazo los primeros meses de vida de su hijo, Archie Mountbatten.
Harry, de 35 años, se mostró preocupado por la campaña hostil de la prensa británica, una expresión desde el prejuicio y no desde el racismo, hacia Meghan. La feroz crítica que los tabloides ingleses y revistas del corazón de Europa ejercen sobre la duquesa podría, según piensa el príncipe, conducirla a la tragedia, como sucedió con Diana de Gales en 1997. La princesa murió a los 36 años después de que su automóvil se estrelló en el interior del puente parisino del Alma mientras "escapaba" a toda velocidad de los "paparazzi".
El duque de Sussex envió una carta en la que anunció la demanda judicial presentada por él y su esposa contra el diario dominical The Mail on Sunday, uno de los más sensacionalistas del Reino Unido y, según muchos, el medio favorito de los británicos de derecha.
Harry denuncia al diario por haber publicado una carta privada escrita por Meghan a su padre Thomas Markle hace meses, con quien los lazos se desgastaron durante mucho tiempo: un texto que los editores habrían “falsificado”, según los argumentos de los abogados de los duques, cortando pasajes enteros, oraciones o palabras con el objetivo de manchar la imagen de la duquesa.
El príncipe dijo que tomarán acciones legales porque la carta fue "publicada ilegalmente de manera intencionadamente destructiva". Dirigiéndose directamente a los lectores de la prensa, Harry aseguró que el artículo de periódico "les ha engañado a propósito, omitiendo estratégicamente algunos párrafos, algunas frases e incluso algunas palabras para esconder las mentiras que llevan contando desde hace un año".
El príncipe, nieto de la reina Isabel II, denunció una “propaganda implacable” de cierta prensa contra Meghan, víctima de una cruzada de "mentiras" y "acoso". "Desgraciadamente mi mujer se ha convertido en una de las últimas víctimas de la prensa sensacionalista británica que lleva a cabo campañas contra individuos sin pensar en las consecuencias", afirmó.
"Esta propaganda implacable tiene un coste humano", agregó. “Creemos en la libertad de los medios de informar noticias verdaderas con objetividad", aclaró Harry en el texto.