La cadena de supermercados Carrefour, que soprendió a sus clientes semanas atrás al comercializar un budín cuya etiqueta decía contener cocaína, volvió a ser tema de conversación en las redes sociales por ponerle candados electrónicos a productos de la canasta básica como queso rallado y atún, para protegerlos de hurtos.
La sorpresa de los clientes llegó cuando observaron los candados eléctricos, que frecuentemente se observan en los productos más costosos, aplicados para custodiar mercadería con un valor menor a cincuenta pesos por unidad.
"Es habitual en determinadas tiendas colocar protección a ciertos productos sensibles", explicó una vocera de la compañia al diario La Nación. Y agregó: "Lo decide el gerente de la empresa, y también determina a qué productos protege de los hurtos".
De esta forma, al plan "Precios Cuidados" impulsado por el oficialismo, la cadena francesa le agregó productos custodiados.