La señal de “La China Alí” en la estafa piramidal de San Pedro no salía de Singapur ni de Pekín: la cuenta con la foto de perfil de la actriz asiática estaba registrada con un número telefónico con característica de San Pedro y aparentemente lo utilizaba uno de los reclutadores que más se benefició con la ficticia plataforma de criptomonedas.
El apuntado es un ex trabajador rural de la localidad de Río Tala, identificado como Eduardo Maximiliano Braga, que cumplió 30 años el miércoles 2 de octubre, cuando la plataforma que promocionaba no paraba de crecer. Apenas diez días antes había estado en el famoso banquete que la compañía ofreció a sus mejores reclutadores en el Hotel Emperador de CABA.
“La China” era la que les informaba a los inversores sampedrinos qué criptomoneda debían comprar en la aplicación ficticia de trader. Solía enviar un mensaje por Telegram pasadas las 8 de la noche provocando situaciones nunca antes vistas en la ciudad: se paraban los partidos de fútbol 5 y en el cine los espectadores salían de la sala para “operar” siguiendo las directivas de la supuesta gurú de las inversiones.
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Según los registros de la AFIP, la actividad principal de Braga es la de brindar servicios auxiliares a la intermediación financiera, que además incluye la asesoría. Lo curioso es que es un monotributista categoría A, que tiene como tope anual de ingresos brutos 6.450.000 pesos.
Maxi es uno de los referentes que más se benefició en la ciudad de San Pedro. Arrancó con una inversión de 1.252 dólares, se llevó U$S 327.222 y tiene todavía un saldo pendiente de retiro de U$S 147.109. Un negoción.
De acuerdo a los registros de la firma de seguridad informática Birmingham Cyber Arms (BCA), Braga refirió a 55 personas, entre ellas Luis Pardo (33), uno de los principales apuntados en la causa judicial que lleva adelante la justicia federal.
A Pardo la semana pasada le allanaron su casa del barrio El Escorial, le secuestraron el celular y la computadora, y se lo llevaron detenido, aunque horas después recuperó la libertad. Está imputado por intermediación financiera no autorizada, pero podría enfrentar una acusación más grave si avanza la causa que se tramita en la justicia penal provincial.
Este ex empleado de Papel Prensa también tuvo un meteórico crecimiento económico, pero no ganó la lotería ni el Quini 6. Depositó U$S 3.659, retiró U$S 223.083 y confía cobrar los U$S 219.424 de crédito que figuran en su cuenta de RainwonEx. Sumó a la pirámide 114 personas, casi el doble que su mentor.
Pardo figura tercero en el ranking de los más beneficiados. En segundo lugar se encuentra un ex compañero de la empresa de producción de papel y ex empleado de seguridad, Alexis Pan (36), que obtuvo una ganancia de 244 mil dólares (depositó en total U$S 3.334 y retiró U$S 247.370) sumando 40 referidos a la plataforma.
Militantes
Braga y Pardo son los principales activistas de la plataforma en San Pedro. No solo coordinaban los grupos de Telegram, en los que reenviaban los mensajes de la cuenta de “La China” y que supuestamente administraba el primero de ellos, sino que organizaban encuentros con los vecinos y se encargaban de las tareas sociales. Ambos se mostraron juntos en merenderos y comedores en los que donaron mercadería y juguetes a nombre de Knigth Consortium, la fundación detrás de RainbownEx. Siempre llevaban la camiseta y una bandera de la compañía para sacar fotos y promocionar la plataforma en las redes sociales.
Pese a que la investigación está en curso y que esta semana comenzaron a declarar las primeras víctimas, los dos siguen activos en las cuentas de Telegram. Pardo fue uno de los que más insistió con el pago de 88 dólares que puso RainbowEx como condición para permitir el retiro de los fondos que el consorcio congeló hace dos semanas, cuando se supo que la plataforma no figuraba en el Registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales.
“Los que no activaron la cuenta no van a poder operar. Si quieren hacerlo, haganlo y retiren todo la fecha indicada”, sugirió sobre la nueva disposición del consorcio que solo busca obtener más ganancias. Ante las primeras críticas de los usuarios se mostró a la defensiva: “No me creen, no me crean. Pero si fuera culpable de algo no estaría respondiéndoles”, respondió. “No somos los dueños de la app. Mi celular lo tiene la justicia. Yo también tengo fondos ahí y a los que me están amenazando yo los guié en todo lo que pude”, insistió en otro mensaje a la comunidad de inversores.
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Braga también se refirió a las amenazas y la sospecha que lo señala como verdarada “China” que enviaba los mensajes a los inversores para que compraran las criptomonedas ficticias. “Seguramente muchos me están odiando en este momento, culpándome. Supuestamente, soy ‘La China’, algo que se va a tener que demostrar y la Justicia va a tener mi celular a disposición. Bueno, cuando se descubra la verdad me tocará a mí, lo que ustedes están haciendo en este momento”, explicó.
“Me tengo que cuidar con lo que digo, por eso no salgo a hablar, porque cualquier cosa que diga será usada en mi contra. No soy cobarde, ni nada y sus amenazas las estoy usando para ver si se pueden liberar los retiros. Porque, en todo caso, si bien todos somos los perjudicados, nos apuntan a nosotros. Están en su juego y disfrútenlo”, agregó.
A diferencia de Pardo, Braga y Pan no están imputados ni sus domicilios fueron allanados. La causa que investiga la estafa piramidal tiene muchas dificultades. La principal es que la mayoría de los inversores no se considera una víctima y todavía mantiene la esperanza de recuperar sus ahorros el 28 de octubre, cuando se cumpla el plazo de restricción de retiro que anunció el consorcio. En total, quedaron atrapados 90 mil usuarios.
Esta semana la fiscal María del Valle Viviani, a cargo de la UFI Nº 7, recibió a trece presuntas víctimas con la esperanza de que se sumen muchas más. Algunas de ellas declararon durante más de dos horas aportando detalles de la operatoria y las funciones que cumplían los referentes.