A través de una carta abierta publicada en internet, Viviam Perrone anunció que abandonó la presidencia de la ONG Madres del dolor después de 10 años de reclamar justicia por su hijo, Kevin Sedano, atropellado por Eduardo Sukiassian el 1 de mayo de 2002, un caso por el que no hay detenidos.
"Hace ya 10 años y 6 meses, Eduardo Alexis Sukiassian atropelló y abandonó a mi hijo, Kevin Sedano", escribió Perrone. "El dolor no me permitía entender que aunque conducía a exceso de velocidad, atropelló, se dio a la fuga y logró alterar las pruebas", recordó.
"Como ese delito no alcanzaba para su exculpación, inculpó mendazmente a Kevin. Y mientras Kevin agonizaba, Sukiassian esquiaba en Lake Tahoe. El dolor no me permitía entender que a las pocas horas Sukiassian tenía el registro para conducir en sus manos, que tardaron 72 horas en ir a buscarlo y 6 meses en pedir el auto para hacer las pericias (los padres ya lo habían vendido)", completó la madre.
Kevin Sedano tenía 14 años el día que fue arrollado por Sukiassian, entonces de 20 años, a metros de la quinta presidencial de Olivos, la madrugada del 1 de mayo de 2002 y, según la denuncia, huyó. De acuerdo con la versión del acusado, se trasladaba a entre 50 y 60 kilómetros por hora. Sukkiassian fue condenado a tres años de prisión el 14 de mayo de 2007. Debía cumplir al menos ocho meses de esa condena, pero a los 74 días fue liberado del penal de Ituzaingó.
"Pensé que se había hecho Justicia cuando, tras dictar los jueces una sentencia de tres años de prisión efectiva, a Sukiassian se lo llevaron con las esposas puestas. Pero menos entendí cuando, pese a que la ley dice que se deben cumplir como mínimo ocho meses de prisión a los dos meses, le concedieron un beneficio. ¿Beneficio? ¿Por qué? Pero Sukiassian se fue a su casa. Siendo eximido de esa sentencia que parecía ser un pequeño paso en hacer Justicia", cuestionó Perrone.
En diciembre de 2004, la madre de Kevin fundó Madres del Dolor, ONG destinada a asistir a víctimas de accidentes de tránsito y sus familiares, como el caso de la tragedia de la escuela Ecos, ocurrida en 2006.
La madre de Kevin narró que "como Madre del Dolor, como tantas otras madres del dolor, he vivido diez años y medio detrás de la causa. Diez años de salir corriendo de mi trabajo para estar presente en los Tribunales, que sólo atienden hasta las 13. Diez años de viajar a La Plata y esperar sentada en una sillita para que me atiendan y me expliquen qué pasó con la causa de mi hijo, qué pasó, que quien lo atropelló y mató continúa en libertad".
"¿Qué me impulsa en este ir y venir en un aparente sinsentido? ¿Es por venganza? No. ¿Es por bronca? No. Es porque quiero mostrarles a todos los que me dicen por lo bajo que en este país hay que tener contactos y dinero para que se haga Justicia. Es porque quiero mostrarles a mis otros dos hijos y a mis alumnos que vale la pena la lucha cuando uno sabe que está haciendo lo que está bien", continuó Perrone.
"Siento decir que no pude. Me cansé. Les cuento a todos que ya no voy a seguir personalmente con la causa de mi hijo. Cada vez que voy a La Plata, salgo y tengo que ir a un bar a vomitar. Sí, me da asco. La causa de Kevin ahora se divide en dos. Una parte va a San Isidro porque los jueces quieren saber si Sukiassian cumplió con prisión domiciliaria ¡cinco años atrás! ¡Cinco años atrás! Por supuesto, no se va a poder descubrir. La otra parte de la causa pide que sea nulo lo que ya se había votado", se expresó la extitular de la ONG.
"Basta. Les pido perdón por no poder mostrarles que en la Argentina existe la Justicia, les pido perdón por no aguantar tras diez años y medio de intentar lo imposible, de escuchar una y otra vez que Sukiassian tiene contactos políticos, como el doctor Arslanian que frena la causa. Pido perdón que es mentira que 'no pasa nada'", continuó.
"Mi abogado, el doctor Mazaira, quiere seguir con la causa por el cariño que tiene hacia mi familia. Yo doy un pie al costado. No siento que perdí la causa. Lo que perdí es a Kevin. Lo que perdí es la oportunidad de demostrar que en la Argentina hay un sistema judicial independiente y equitativo para todos", añadió la mujer.
"Debido a esto dejo mi lugar como Presidente de la Asociación Madres del Dolor. Voy a seguir trabajando ahí porque se que la misión que me dejó Kevin es el de ser la voz de quienes no la tienen, de los humildes, de los que no tienen contactos. Pero ya no desde mi lugar de Presidente. No me dan las fuerzas. Kevin, hijo, te pido perdón porque no pude cumplir con vos. Te amo", concluyó.