En un plazo de entre 12 y 18 meses –posiblemente a tiempo para la próxima temporada invernal– los responsables de salud del mundo desarrollado tendrán disponible una nueva vacuna capaz de protegernos del coronavirus y, en simultáneo, de la gripe. Así, si el SARS-CoV-2 no genera alguna rara mutación inesperada, en los próximos años seguramente todas las personas de riesgo y aquellos que lo deseen podrán recibir un refuerzo vacunal anual que los ayudará a prevenir las formas graves del covid-19 y, al mismo tiempo, la misma inyección contribuirá a inmunizarnos contra las cepas del virus de la gripe que varían cada año.
Esta vacuna única estará basada en la plataforma ARNm que demostró ser segura, eficiente y rápida para elaborar cantidades masivas de dosis. Esta es la perspectiva que, en una reciente entrevista, le pintó a PERFIL el pediatra argentino Alejandro Cané, profesional que lidera la división de Asuntos Médicos y Científicos de Vacunas y Antivirales en el laboratorio Pfizer. Vale recordar que esta es una de las dos compañías que picaron en punta en las vacunas contra el coronavirus, basadas en una flamante, aunque ya no tan nueva, plataforma tecnológica.
“La combinación en una única inyección capaz de prevenir el covid y la gripe al mismo tiempo es una investigación que Pfizer ya tiene terminada en Fase I (a enero de este año). Y tal como van las cosas podría estar disponible en entre uno y dos años”, explicó en una entrevista realizada durante una visita a la fábrica de vacunas que está ubicada en el estado de Michigan, en EE.UU., y a la que este diario asistió invitado por la compañía.
En paralelo, el laboratorio tiene programas que buscan combinar la vacuna contra el covid con otra capaz de prevenir una patología grave que afecta especialmente a los bebés recién nacidos y a personas de la tercera edad: el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) cuya acción se asocia a las bronquiolitis. “También tenemos terminadas otras investigaciones capaces de prevenir el VSR, pero desarrolladas sobre plataformas tradicionales”.
Unificar
¿Por qué es importante unificar varias vacunas en un único vial? La razón es simple. Aunque la emergencia por la pandemia de covid ya quedó oficialmente cerrada, según declaró la OMS hace unos días, Cané advierte que no hay que olvidar que aunque la vacunación parece algo masivo, todavía hay muchos millones de personas que no las reciben. “Sigue habiendo crisis y muertes por covid. Y las estadísticas indican que, en los países de ingresos bajos, solo el 25 % de los adultos recibió las dosis básicas contra el coronavirus”. Algo similar ocurre con otras inmunizaciones cuyas tasas de cobertura han ido cayendo con el paso de los años.
Así, facilitar el acceso a la prevención apalanca la idea de combinar varias opciones en una única dosis anual. “Eso nos permitiría aprovechar mejor las oportunidades de vacunar las personas”, explicó Cané con un ejemplo: “Hoy los adultos mayores deberían recibir, cada otoño, una dosis contra el covid, otra contra la gripe, una tercera contra el neumococo y una cuarta para el VSR. Pero es complejo que vayan cuatro veces al vacunatorio al empezar la temporada fría. Por eso apostamos a unificarlas”. Eso, claro, tiene que hacerse con cuidado. “En este momento estamos comprobando si combinar varias vacunas diferentes en un único “shot” sigue generando una inmunización efectiva, sin que sus efectos se “interfieran”, detalló el experto.
Opciones
Otra de las dudas que aún analizan los investigadores es si el SARS-CoV-2 –que resultó ser dueño de una biología capaz de evolucionar a una velocidad que le hace complejo al sistema inmune ‘seguirle’ el tren– puede dar origen a subcepas locales que solo afecten a un país o región. Cané sostiene: “Hasta ahora no hemos visto ese fenómeno. Las interacciones del virus fueron cada vez más contagiosas y los linajes exitosos se globalizarán en una única gran ola”. Así de la “Wuhan” se pasó a “Alfa”, “Beta”, “Delta” y la famosa “Omicrón”. Pero, por ahora, la vigilancia genómica muestra que son globales. “En un momento evaluamos vacunas localizadas. Pero no parece tener sentido. Obviamente, en el futuro no sabemos”.
Si bien hoy el mercado de occidente está bien abastecido por las opciones ARNm de Pfizer y de su competencia, Moderna, y ambas ya probaron su alta eficacia y baja tasa de efectos adversos, lo cierto es que hay otras opciones aún en desarrollo, incluyendo la argentina “Arvac – Cecilia Grierson” que está en plena Fase III. Así surge la pregunta: ¿tiene sentido seguir invirtiendo cuando ya no hay problemas de abastecimiento?
Para Cané, la respuesta es contundente: “Creo que sí. Tiene mucho sentido seguir esos trabajos, ya que cuantas más opciones disponibles tengamos será mejor para la salud pública. Además, algunas plataformas pueden ser más eficientes que otras. O más seguras o más fáciles de combinar. Pero sin dudas vale la pena porque la experiencia nos indica que, en este tipo de avances médicos, de cada cien proyectos que se inician apenas un par logran llegar a buen puerto”.
*Desde Estados Unidos.
Una nueva plataforma biotecnológica muy versátil
Si bien la plataforma del ARN mensajero debutó con el coronavirus, los expertos apuntan que es un desarrollo que revolucionará muchas patologías. En una reciente charla para periodistas a la que asistió PERFIL, el doctor Paul Burton, director médico del laboratorio Moderna, explicó: “Además del covid tenemos líneas de desarrollo de terapias sobre ARNm contra otras infecciones virales. Entre ellas, vacunas para prevenir el virus de Epstein-Barr, el citomegalovirus, el herpes y el VIH”. Además apuestan a que será posible desarrollar tratamientos contra patologías como el cáncer de piel (melanoma). E, incluso tratar ciertos problemas cardíacos. Aunque los resultados de estos ensayos se harán esperar varios años. Finalmente, Burton recordó: “Al desarrollar obtener vacunas capaces de inducir defensas contra otros tipos de patógenos –bacterias, y hongos– tendríamos un beneficio colateral que nos permitirá “atacar” a otro de los grandes problemas de salud pública actual: disminuir el uso excesivo de los antibióticos.