El juez platense Raúl Dalto aseguró ayer que vio como a “una persona normal, con los típicos altibajos” de alguien “de 80 años”, al odontólogo Ricardo Barreda en la audiencia del jueves convocada por presuntos problemas de convivencia con su pareja, Berta André.
Además, confirmó que “no” hubo “una asunción expresa de una problemática” por parte de los integrantes de la pareja y remarcó que “los informes que se hicieron a lo largo de estos años nunca señalaron la posibilidad de que Barreda pueda volver a matar”.
No obstante, recordó que la audiencia fue ordenada tras un informe del Patronato de Liberados sobre supuestas “agresiones violentas verbales” del cuádruple homicida con libertad condicional contra su pareja, sobre quien el magistrado dijo que presentaba “algún déficit en sus facultades mentales”. Además, anticipó que “a fines de la semana que viene” resolverá si la pareja puede seguir conviviendo o no.
En este sentido aclaró que la mujer “no es garante” de la libertad condicional de Barreda, sino que es quien alquila el departamento donde viven juntos y que el único requisito que se le impone al odontólogo para poder estar fuera de prisión es fijar un domicilio para que el Patronato de Liberados pueda hacer su seguimiento y no un garante. “Ayer (por el jueves), Barreda volvió a ser una persona normal con los típicos altibajos de una persona de 80 años. Estaba dentro de sus cabales”, aseguró Dalto, juez de la Cámara del Crimen de La Plata, en diálogo con C5N.