El odontólogo platense Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por el crimen de su mujer, su suegra y sus dos hijas en 1992, y su pareja, Berta "Pochi" André, se dirigían esta mañana a la Cámara del Crimen de La Plata, donde fueron citados por la justicia por presuntos "problemas de convivencia”.
"Me están molestando", dijo Barreda a la prensa que se había desplazado hasta el lugar. El odontólogo no quiso realizar declaraciones a los medios, aunque su pareja sí que habló: "Voy con él a La Plata, qué sé yo, no sé". Al no obtener nueva información los periodistas insistieron a lo que ella respondió: "Nada muchachos, vayan a tomar un buen desayuno".
Antes de subirse a un taxi para dirigirse a los tribunales, André dijo que "hay cosas que no se pueden solucionar", aunque precisó: "No puedo abrir la boca". El platense debía presentarse junto a su novia hoy a las 11 de la mañana en los tribunales penales platenses de calle 8 entre 56 y 57, para ser entrevistados por los jueces de la Sala I, Raúl Dalto y María Silvia Oyhamburu.
La citación fue dispuesta por el propio juez Dalto, quien oficia en el caso Barreda como juez de ejecución penal, luego de recibir un informe del gabinete psicológico que asiste al múltiple homicida y en el que se habría advertido sobre problemas de convivencia de la pareja.
Barreda convive con André, una ex docente, desde que fue liberado. Hace dos semanas lo declararon “indigno” en la sucesión de los bienes familiares, por lo que en caso de tener que irse de la propiedad del barrio porteño de Belgrano no tendría otro lugar adonde ir.
En abril Barreda concurrió a los tribunales platenses para advertir sobre el estado de salud de su pareja, quien estaría atravesando problemas neurológicos, temiendo que una denuncia de André en su contra pueda hacer cesar su beneficio de libertad condicional y devolverlo a la prisión.
El odontólogo fue condenado en 1995 a la pena de reclusión perpetua por el homicidio de su esposa Gladys McDonald (57), su suegra Elena Arreche (86) y sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24), el 15 de noviembre de 1992 en su residencia de calle 48 y 11 de La Plata.
El 23 de mayo de 2008, cuando permanecía alojado en la cárcel de Gorina, obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria por su buena conducta y por ser mayor de 70 años y se trasladó para cumplirlo a la casa de André.
Pero en enero de 2011 la Justicia le revocó la prisión domiciliaria por considerar que la había violado al abandonar su departamento sin autorización para trasladarse a una farmacia y lo envió nuevamente a prisión.
Esta decisión fue luego modificada, admitiendo la excusa de "urgencia" argumentada por el odontólogo y el 29 de marzo la Sala I de la Cámara Penal de La Plata le concedió al cuádruple homicida la libertad condicional por considerar que "excedía" la condena impuesta.
