Excombatientes de Malvinas llevarán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la causa por las torturas y vejámenes cometidos contra soldados durante el conflicto bélico por parte de sus superiores, expediente que la Corte Suprema cerró en febrero pasado.
"Estamos trabajando para llevar el caso a la CIDH y trataremos de hacerlo este mes. La Corte no fue al fondo de la causa. Se sacó el caso de encima y ratificó la prescripción", aseguro a DyN Ernesto Alonso, presidente de la Comisión Nacional de Ex Combatientes de Malvinas del Ministerio del Interior y Transporte, que inició la causa y es querellante.
Esta mañana, el ex combatiente Carlos Vallejos reclamó el esclarecimiento de "todas las denuncias por torturas" presuntamente cometidas a algunos soldados por sus jefes militares durante la guerra de Malvinas.
"Toda la sociedad argentina y en especial los veteranos de guerra, necesitamos y reclamamos toda la verdad en relación a las denuncias que se están llevando por parte de soldados que sufrieron vejámenes, torturas y aberraciones en la guerra", expresó Vallejos.
La organización judicial kirchnerista "Justicia Legítima" criticó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación por cerrar la causa y aseguraron en un comunicado: "Al decir que no puede ser tratada por la Corte porque no es sentencia definitiva, (con) la decisión que descarta que estos hechos sean delitos de lesa humanidad, el Tribunal cerró la vía a cualquier investigación judicial, dado el tiempo que pasó desde que ocurrieron. El fallo cierra el candado e impide la persecución de los crímenes. Los culpables pueden estar tranquilos".
Fue la presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien alentó a los ex combatientes a llevar el caso a la CIDH: "Espero que vayan a la Corte Interamericana. Estoy segura de que van a ser atendidos", dijo al inaugurar las sesiones del Congreso donde estaba el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
La causa. En 2007, ex combatientes presentaron una denuncia en la Justicia de Tierra del Fuego para que se investiguen torturas y vejámenes contra los soldados de parte de sus superiores. Denunciaron estaqueamiento (atados de pies y manos y clavados al suelo) a muy bajas temperaturas; golpizas, detenciones y la falta de condiciones mínimas de higiene y salubridad.
"Tenemos acreditados 120 casos. En todas las unidades tenemos un hecho comprobado y hay dos o tres testigos por caso", contó Alonso, que integró el Regimiento 7 de Infantería "Coronel Conde", participó del combate de Monte Longdon y fue testigo de esas torturas.
"Vi a compañeros eran estaqueados y como uno de ellos moría. Primero pensé que eso solo pasó en mi compañía pero después supimos que era una metodología. En el patio trasero de la casa del gobernador se estaqueaban soldados", recordó Alonso.
Uno de los denunciados, el subteniente Jorge Taranto, pidió a la Justicia que declare prescripta la causa porque había vencido el plazo del delito para investigar, pero la jueza federal de Tierra del Fuego Lilian Herráez rechazó el pedido y calificó los hechos de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles.
En marzo de 2009, la jueza calificó los hechos como "graves violaciones a los derechos humanos" luego de citar tratados internacionales sobre delitos de lesa humanidad. El fallo fue confirmado por la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia pero la Cámara Federal de Casación Federal lo revocó y dictó la prescripción de la causa.
Los entonces jueces de Casación Raúl Madueño, Juan Fégoli y Juan Rodríguez Basavilbaso resolvieron en noviembre de 2009 que un delito de lesa humanidad "debe haber ocurrido en el marco de un ataque generalizado o sistemático a una población civil", lo que entendieron que no se daba en el caso de Malvinas.
Tres años después los jueces de la Corte Lorenzetti, Carlos Fayt, Elena Highton y Juan Carlos Maqueda decidieron no meterse en el caso y lo desestimaron en un fallo de tres renglones: "El recurso extraordinario, cuya denegación origina esta queja, no se dirige contra una sentencia definitiva o equiparable", dijeron al dejar firme la prescripción y el cierre de la causa.