La tradicional ruptura del puente de hielo que se forma en el extremo del glaciar Perito Moreno, en la provincia patagónica de Santa Cruz, ocurrió en la noche del domingo sin testigos y en medio de una fuerte tormenta.
Más de 3.000 personas se habían congregado el domingo a la espera del colapso del puente de hielo a medida que se aceleraba el paso del agua del Brazo Rico al Canal de los Témpanos del lago Argentino en la provincia de Santa Cruz, unos 2.150 kilómetros al sureste de Buenos Aires.
Pero todos los presentes debieron desalojar el Parque Nacional Los Glaciares a las 20:00 horas, como dispone la reglamentación, y pocas horas más tarde, a las 22:48 horas, se desmoronaron las toneladas de hielo del arco que conectaba la lengua del glaciar con tierra firme.
El avance del glaciar forma un dique natural de hielo, que comienza a erosionarse con forma de túnel por la presión del agua entre el Brazo Rico y el Canal de los Témpanos, en un desnivel que a veces suele alcanzar 30 metros de altura. El glaciar, que mide 60 metros de altura, 30 kilómetros de largo, tiene un frente de unos 4,5 km, es equivalente en su superficie al territorio de la ciudad de Buenos Aires. Esto lo convierte en la tercera concentración de hielo más grande del mundo, después de los polos.
El grueso de la estructura se horadó a mayor velocidad que en otras temporadas por el paso del agua y debido a que carece de la altura que había alcanzado en años previos. Hasta el domingo ya se había perdido cerca de un tercio del total de su volumen.
El glaciar, cercano a la villa turística de El Calafate, es una de las principales atracciones turísticas de la Argentina y la ruptura de su puente de hielo es un fenómeno que atrae multitudes. El glaciar forma parte del Campo de Hielo Patagónico Sur, tiene unos 50 kilómetros de largo y casi cinco kilómetros de ancho. El último rompimiento fue hace casi dos años.