“Mientras filmábamos el video de una canción de cuna del disco anterior, pensé que tantas nenas y nenes seguro se dormirían con miedo y angustia, en lugar de con mimos y palabras de cariño. Y así como desde las canciones acompañamos lo bello de la niñez, también debíamos ayudar a transitar y tratar de resolver lo horrible, lo trágico. Pero, ¿cómo poner en música y palabras un intento de ayuda para quienes padecen maltratos y abusos?”, se preguntó Ruth Hillar, una de las fundadoras del grupo de música infantil Canticuénticos.
La ayuda llegó en un mensaje de una profesional que trabaja en prevención del abuso: “Sabrina Medina nos escribió diciendo que casi no existe arte infantil sobre ese tema. Nos juntamos y apareció Hay secretos. Busqué la atención de los adultos, responsables de estar atentos, de ofrecer confianza, contención. Por eso, en los estribillos cantan los chicos pidiendo ayuda; los grandes asumiendo la responsabilidad de enfrentar el problema”, agrega.
El video, además, muestra situaciones en las que el abuso se refleja como una nube que llueve sobre el o la niña que lo padece, sutil, pero sin medias tintas. “El tema está escondido entre las paredes de la propia casa o la de familiares, entre los muros de iglesias y colegios, y socialmente ha existido ese silencio, mirar hacia otro lado y hasta callar historias familiares”, explica la autora.
La canción, además, ya es parte de los contenidos de Educación Sexual Integral (ESI) en varios jardines y escuelas de todo el país. “Queremos que ayude a quienes sufren y proteja a quienes corren riesgos. En la ESI se trabaja sobre el cuidado y respeto del propio cuerpo y del cuerpo de otros, otras y otres. Es increíble que haya un movimiento que dice querer proteger los derechos de la niñez y cuestiona su implementación”, agrega.