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Jorge Fontevecchia: "Si hubiera nacido cinco años antes yo no estaría vivo"

En una entrevista con Graciela Fernández Meijide, el CEO de Perfil Network revivió los detalles de su secuestro durante la última dictadura. El rol de Bob Cox y Raúl Alfonsín.

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El CEO de Perfil Network, Jorge Fontevecchia, fue entrevistado por Graciela Fernández Meijide. | Captura de pantalla TV Pública

El CEO de Perfil Network, Jorge Fontevecchia, revivió en una entrevista con Graciela Fernández Meijide para la TV Pública todos los detalles del momento en el que fue secuestrado por la última dictadura argentina.

En primer lugar, el periodista reconoció que "era parte de los argentinos que no se imaginaba que podían existir los centros clandestinos en la dictadura". 

"Cuando se dice injustamente que la mayoría de la sociedad apoyaba al golpe del 76' -que es cierto- no se dice que nadie imaginaba que iba a producirse lo que se produjo. Entonces ese apoyo inicial no hace responsable a las personas que lo apoyaron", aclaró.

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Luego precisó las amenazas que fue recibiendo por ejercer el periodismo: "Mucha gente tardó cierto tiempo es decubrirlo. Yo había tenido algunas advertencias -tenía 20 años- pero del tipo 'por qué le hacen reportajes a Balbin que estaba prohibido a los políticos en ese momento'. Eran advertencias de por qué le hacíamos entrevistas a artistas prohibidos. Yo siempre defendía la idea de que una cosa era la persona que tomaba las armas y ejercía la violencia y otra cosa era la persona que tenía ideas que podían ser consideradas de izquierda pero que tenía todo el derecho de expresarse. Y me miraban con cara de 'este pibe no entiende nada'". 

El día del secuestro. Fontevecchia explicó los motivos de su secuestro y narró cómo sucedió: "El día que me secuestraron y que me llevaron al Olimpo se cumplían 20 años de la Revolución Cubana, y yo quería hacerle un reportaje a Fidel Castro, entonces fui a la embajada y pedí una cita con el embajador porque quería hacer una entrevista con Fidel Castro. Supongo que ahí dijeron 'se acabó'". 

"Esa noche cuando salía de la editorial yo estaba saliendo de la cochera y un policía me dice 'hay un procedimiento, espere, no puede salir'. Yo esperé y a los tres o cuatro minutos me dice que puedo salir, y a las pocas cuadras me cruzaron una cantidad de Falcon verdes y me llevaron", señaló.

¿Por qué lo liberaron? "Esto fue en el comienzo del '79. El Olimpo fue el último campo de concentración que había. De hecho se estaba cerrando y se usaba para recolectar las distintas personas con vida de los otros campos de concentración porque venía una comisión de la OEA. El Olimpo se desarmó dos meses después de que me liberaron. Siempre le decía a mi padre que si me hubiera hecho nacer cinco años antes yo no estaba vivo"

"En ese contexto, estaba Jacobo Timerman detenido a disposición del Poder Ejecutivo y el gobierno de los Estados Unidos solicitando su exilio. Habían matado un embajador de Venezuela y yo tuve la fortuna de que el Buenos Aires Herald publica mi desaparición y la levantan agencias importantes de Estados Unidos. Ese mismo cable viene a la Argentina y lo publican Clarín y La Nación. Yo le debo la vida a Bob Cox. Si no hubiera existido esa nota del Herald quizás otra hubiera sido mi suerte", agregó.

Además, Fontevecchia explicó que estuvo "10 días en el Olimpo. Allí estuvieron 750 personas y mataron a 700, para que te des una idea". 

"Luego, en el '82 clausuran La Semana por una tapa que luego generó conflicto. En esa época Alfonsín siempre me decía 'hijo cuídese que lo necesitamos libre para la democracia'. Y recuerdo una tapa de Astiz, que Alfonsín vino especialmente a decirme que había una especie de código secreto que a los subalternos no se los debía mostrar, que a los comandantes sí, pero por debajo no. En ese momento nadie sabía quién era Astiz. Ahí nos clausuraron en 1982. La Justicia aceptó un habeas corpus tres meses después cuando ya veía que la democracia estaba llegando. Me cita el ministro de Interior, que era un coronel muy severo, y me dice 'jovencito, el Gobierno va a aceptar el fallo de la Corte Suprema pero esto no termina acá'", indicó el CEO de Perfil Network. 

Las acusaciones de traición a la patria. Fontevecchia detalló las amenazas y acusaciones que le realizaron los militares antes del regreso democrático: "Volví a la Editorial y al poco tiempo fui acusado de espía inglés por la guerra de Malvinas, por haber publicado un informe de un periodista importante de Estados Unidos que explicaba por qué Argentina iba a perder la guerra, y que Galtieri iba a ser depuesto y Thatcher reelecta a los 15 días de haber comenzado la guerra. Entonces ahí me llama el famoso general Camps y me dice: 'Usted es un idiota útil de los norteamericanos. Usted no sabe lo que los norteamericanos hicieron en la Segunda Guerra Mundial con los japoneses, con Radio Rosa de Tokyo en donde contaban mentiras para desmotivar a los japoneses. Esto es lo que están haciendo los norteamericanos con nosotros. No existe la flota inglesa de 40 barcos viniendo para la Argentina, nosotros vamos a ganar la guerra'. Tenía un revolver en la mesa y me dijo: 'A usted lo vamos a fusilar por traición a la patria. No ahora, porque las balas las vamos a usar todas para los ingleses. Cuando termine la guerra lo vamos a fusilar'. Como la guerra terminó tal como dijo Jack Anderson, el periodista que contratamos, esa hipótesis no fue posible". 

Exilio. "Un año después usaron el mismo argumento de traición a la patria, acusándome de espía inglés. Ahí me exilié en la embajada de Venezuela, uno de los muy pocos países de sudamérica que no había tenido golpes militares. Estuve en la embajada durante 10 días y el último año de la dictadura lo pasé viviendo en Estados Unidos. Alfonsín fue abogado de mi habeas corpus y volví con practicamente él presidente y una Argentina totalmente distinta", precisó. 

El vínculo con Alfonsín. "Después de que estoy detenido en el Olimpo, en Estados Unidos asumió Carter, que fue un cambio grande. La política de Derechos Humanos era muy agresiva, muy positiva. Muy distinta de la que había sido de los republicanos en el período anterior, que tenían a Kissinger, que había fomentado el golpe de estado en Argentina y Chile. Ellos tenían un programa de jóvenes sobresalientes, entonces me eligieron para llevarme a recorrer distintas dependencias de Estados Unidos. Y a cada uno de estos jóvenes prometedores le colocaban un funcionario que nos acompañaría durante la estadía. Ese funcionario viene a la Argentina un año después en 1980 y me pide que quería conocer una mirada de cómo estaba la argentina por políticos, empresarios, etc. Entonces yo lo llamo a Alfonsín y me acuerdo esa comida. Se lo presenté en chiste como el futuro presidente de los argentinos, era impensado pensar dos años antes de Malvinas que en Argentina habría elecciones". 

Religión. "Yo me hice ateo a los 13 años cuando me enteré de lo que el cardenal Beltramino le hizo a Galileo Galilei. Esa actitud con la ciencia de la Iglesia del renacimiento me resultaba ofensiva. Y me convenció dejar de ser ateo y decir que era agnóstico Alicia Moreau de Justo, una de mis maters cuando comencé en el periodismo. Seguí con mi agnotisismo hasta que estuve en el Olimpo. Ahí le pedí a dios que si me salvaba yo dejaba el periodismo, que era lo que más me gustaba. Y obviamente no dejé el periodismo. Un día tuve una epifanía entré a la Iglesia de San Patricio y le pedí disculpas a Dios. Le dije 'mirá yo no te cumplí, pero te prometo que voy a hacer el mejor periodismo que pueda y tratar de colaborar para que mi profesión sea útil'. Obviamente continúo siendo no creyente, pero en ese momento tuve la necesidad de aferrarme. Quien sí cumplió la promesa fue mi mamá, que era administradora de PERFIL. Ella me dijo 'buscate otro administrador porque yo no quiero trabajar en una empresa que pone en riesgo a mi hijo'".