SOCIEDAD
Entretenimiento

El boom de los "juegos de escape": por qué son furor entre los argentinos

Desde hace más de cuatro años, las salas que ofrecen esta alternativa lúdica empezaron a proliferar en el país.

Los juegos de escape llegaron a la Argentina en 2014.
Los juegos de escape llegaron a la Argentina en 2014. | Escape Buenos Aires

Te encierran en una habitación y solo con tu ingenio y la capacidad de tu mente podés escapar. Este podría ser el argumento de la última película pochoclera de la cartelera, pero en realidad es la premisa básica de los juegos de escape, una actividad lúdica que vive un boom. 

Las salas de escape se convirtieron en los últimos años en una alternativa de entretenimiento muy popular para muchos argentinos. Su origen se remonta en Japón en 2007 y desde entonces, conquistaron a los jugadores de todo el mundo. Resolver diversos acertijos en 60 minutos parece una tarea sencilla, pero es más desafiante de lo que se pueda pensar en un principio. 

Eureka Leg fue la primera sala que abrió en Argentina en el año 2014 y fue el comienzo de una oferta que, por el momento, no deja de ampliarse. Esto demuestra que el furor por este tipo de actividad sigue creciendo y genera una suerte de adicción entre sus fanáticos.

Se trata de un fenómeno que llama la atención sobre todo en una época en la que cada vez se sale menos de casa, las pantallas se apoderaron del entretenimiento y se priorizan las actividades que requieren menor esfuerzo mental. ¿Cómo puede ser que una persona ame participar de un juego de escape en el que te obligan a dejar el celular en un locker afuera de la habitación?

La oferta de juegos de escape se amplió en los últimos cuatro años.
La oferta de juegos de escape se amplió en los últimos cuatro años.

“A los que no son jugadores experimentados los atrae porque es algo diferente, es un tipo de actividad que no conocían. Es una alternativa lúdica menos pasiva para todo tipo de público. La mayoría de las salas se pueden jugar sin ningún requisito de destreza física, por lo que es abarcativa”, destacó en diálogo con PERFIL Alejandro Raggio, co-creador de Escape Buenos Aires.

Las salas de escape son polivalentes, es decir, que pueden servir tanto para un after office como una celebración de cumpleaños o trabajos de equipo o team building. Del mismo modo pueden ser una actividad para realizar en familia, con amigos o como una cita romántica.

“En este momento es un mercado que está completamente en expansión, que vino para quedarse. Las empresas que tengan la posibilidad de amoldarse a un producto de calidad y que agarren un mercado bastante amplio van a ser las que van a quedar en el rubro", señaló a este medio Adrian Estoup, co-fundador de Escape Buenos Aires.

La oferta de juegos de escape se amplió en los últimos cuatro años.
La clave para avanzar es ir descubriendo pistas. 

Los expertos en este tipo de juego indican que uno de los errores más comunes de los principiantes es empezar con salas de dificultad elevada. “Lo mejor para arrancar es elegir las más fáciles posibles para que veas cómo es y no te desanimes si no lográs ‘escapar’. Al mismo tiempo le da a uno la capacidad de ir progresando, sino luego sentís que tenés que bajar el nivel para seguir jugando”, argumentó Raggio.

Si creés que una sala te puede resultar demasiado fácil, lo que podés hacer junto con el resto de tu grupo es limitar el uso de pistas. De hecho, en algunos locales ya vienen limitadas antes de empezar. El costo de este tipo de experiencia oscila entre los $900 y $2100 por equipo, dependiendo el lugar, el número de participantes y la complejidad de la sala. 

CP EA