La Expo Universal que se inauguró hace unos días en Emiratos Árabes Unidos es el mayor evento mundial en estos tiempos de lento retorno a una particular normalidad. Estaba pensaba para abrirse el año pasado pero, obviamente, la crisis sanitaria mundial modificó el calendario. Igualmente, como los Juegos Olímpicos de Tokio, esta exposición mundial conserva en su nombre el 2020.
Con sede en las afueras de Dubai, se la considera la primera exposición universal que se celebra en Oriente Medio. Según publicó AFP, la organización de la misma implicó para Emiratos Árabes Unidos una inversión de 7.000 millones de dólares. Unas 192 naciones fueron invitadas, todas con sus correspondiente pabellones. Llamativas estructuras arquitectónicas, presentación de innovaciones tecnológicas, exposiciones y espacios interactivos se distribuyen en los distritos: el de la movilidad, el de la sustentabilidad y el de la oportunidad.
Las “exposiciones universales” se realizan desde hace 170 años y se pensaron como una vidriera para mostrar innovaciones que fueron dando –o terminarán de dar– forma al mundo. La primera se realizó en 1851 en Londres. Para eso montó el Crystal Palace, una estructura creada específicamente para la misma. Y 1889 estuvo por ejemplo, la famosa upo universal de París, donde se presentó la hoy icónica Torre Eiffel, que en ese momento soportó críticas de todo tipo de parte de los franceses. Y más acá, la Expo Sevilla, en 1992.
Con esta Expo 2020, Dubai espera a la visita de unas 25 millones de personas durante los seis meses que estará en funcionamiento. Cuenta con una ventaja respecto de los recientes Juegos Olímpicos de Tokio, quizá el otro evento de este año de escala mundial: por cuestiones sanitarias, Japón restringió la presencia de público. Dubai en cambio, está abierto a turistas extranjeros. Los visitantes a esta exposición universal siempre tienen que usar barbijos, respetar el distanciamiento social, y deben estar vacunados o, en su defecto, mostrar una prueba PCR negativa muy reciente.