La moda circular es un concepto que hace referencia a la reutilización, intercambio, donación, traspaso y reparación de prendas mientras aún tengan vida útil por delante, y se opone a la fast fashion, o la compra constante de prendas de bajo costo y su posterior descarte una vez que pierde su popularidad. ¿El objetivo? Contrarrestar los efectos perjudiciales de la industria textil con el medio ambiente. La producción del mundo de la moda es responsable del 20% de la contaminación total del agua y del 10% de las emisiones globales de carbono, según indica un informe de la ONU.
En Argentina, cada vez más personas deciden sumarse a la causa y llevan adelante proyectos y emprendimientos siguiendo las bases de estas nuevas tendencias, e impulsan también el upcycling (en castellano, algo así como “superreciclaje”), que no es ni más ni menos que hacer circular las prendas que se dejan en desuso pero todavía pueden aprovecharse aunque “pasen de moda”.
Los emprendimientos Galpón de Ropa y Renová tu Vestidor son referentes en cuanto a la moda circular. El primero vio la luz en el 2012 a partir de que los jóvenes Gonzalo Posee y Juan Báez vieran el potencial desaprovechado que tenían las ferias americanas, así lograron crear un negocio funcional, sustentable, que brinda empleo pero que no produce, sino que se dedica enteramente a la comercialización de prendas que no estaban siendo utilizadas a pesar de tener una larga vida útil por delante. Tras años de esfuerzo lograron convertir a Galpón de Ropa en una pyme exitosa que fomenta el consumo responsable y buscan revertir el impacto textil en el ambiente. Así como declaran en su manifiesto, actualmente participan en su plataforma online más de 150 mil personas, han hecho recircular más de 850 mil prendas y han donado más de 200 mil.
Por su parte, Renová tu Vestidor nació de la propia necesidad de su fundadora Cecilia Membrado. Ella se dio cuenta gracias a una mudanza de que mucha de su ropa no estaba en uso y solo ocupaba espacio, por lo que realizó una feria americana que tuvo un gran éxito bajo el concepto: “vender a muy buenos precios eso que no usaba, era de marca y estaba impecable”. Incluso muchas otras mujeres le ofrecieron su ropa para que las ayude a venderlas, y es así como vio la oportunidad de negocio y reutilización de las prendas.
Hoy, su visión emprendedora se ve materializada en una app y un sitio web, donde más de un millón y medio de mujeres compran y venden prendas usadas en excelentes condiciones, de forma que benefician al medio ambiente, obtienen ingresos extras y ahorran a la hora de vestirse.
En cuanto al upcycling y la reutilización de materiales desechables, se destacan los emprendimientos Biótico y Jardín Estampas. Biótico, creación de la diseñadora Jessica Pullo, es una marca de moda inclusiva y sustentable. Dicha marca se dedica a la creación de bolsos, accesorios y prendas de lujo a base de materiales descartables y plásticos de un solo uso como son los sachets de leche y los paquetes de papas fritas o galletitas. Además, su emprendimiento también se destaca por un fuerte compromiso social, ya que emplea a sus equipos de trabajo a través de la Asociación Laboral para Adultos con Discapacidad Intelectual (Alpad), son ellos quienes limpian, cortan y ensamblan los residuos artesanalmente para conformar las piezas textiles finales. Biótico también surgió de la experiencia personal de su fundadora, quien nació en La Salada y vio durante toda su vida la cantidad de residuos, incluidos textiles, que eran arrojados al Riachuelo, situación que la movilizó a aportar su granito de arena para crear una sociedad más justa con el ambiente.
Jardín Estampas, por su parte, fue fundada por la diseñadora de indumentaria Eugenia Zoia: “Tenía ganas de empezar un emprendimiento pero quería hacerlo de forma que me quedara tranquila. Investigué sobre la utilización de materiales más naturales y llegué a la tradición de los pueblos originarios que teñían sus lanas”, señala sobre el surgimiento de su proyecto basado en la creación de prendas y accesorios únicos realizadas con fibras biodegradables, descartes textiles, tintes naturales y elementos de estampado provenientes de la naturaleza o los desechos, como hojas, yerba, semillas o cáscaras de cebolla.
“Siempre que pueda y que esté a mi alcance voy a elegir la forma más sana para llevar adelante los procesos de cada prenda”, agrega mientras explica cuán artesanal es su proceso de producción, donde la gran mayoría de las tareas las realiza ella a mano, y en caso de tener que derivar tareas a terceros se asegura de que sean lugares éticos y responsables.
Los famosos en la movida
Lucía Celasco, la nieta de Susana Giménez, fundó junto a dos amigas la marca de ropa The Vintage Hole. Actualmente, lo que comenzó como una feria se convirtió en un local en pleno Palermo Hollywood.
En The Vintage Hole, las chicas se dedican a la venta de ropa usada en excelente calidad, la misma la reciben de amigos y conocidos y son ellas mismas quienes revisan cada una de las prendas para asegurarse que esté en óptimas condiciones. Aquellas piezas que no califiquen para la venta son separadas y luego donadas a diferentes fundaciones y comedores.