Con la mirada puesta en las últimas semanas de mayo, los trabajos en el futuro Paseo del Bajo avanzan casi sin freno. Según adelantó el Gobierno porteño, a la nueva vía rápida, que unirá la Autopista Buenos Aires–La Plata con la autopista Illía, en la zona norte de la Ciudad, solo le resta las últimas capas de asfalto, colocar los paneles insonorización en la denominada zona de trinchera, por donde correrán los camiones y los micros de larga distancia, la iluminación y algunos detalles en las salidas de emergencias que tendrá la autopista.
Las obras se iniciaron en enero de 2017 y demandó una inversión de u$s 650 millones, financiado a partir de un préstamo otorgado a la Ciudad por la Corporación Andina Financiera (CAF) y de lo obtenido en la venta de terrenos nacionales (en su mayoría ferroviarios) que fueron cedidos a la Ciudad. Las obras fueron desarrolladas y ejecutadas por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, a través de Autopistas de Buenos Aires (AUSA).
El nuevo corredor vial tendrá 7,1 kilómetros correrá en paralelo a las avenidas Huergo-Madero y Alicia Moreau de Justo-Antártida Argentina desde la avenida Brasil hasta el norte, donde se incorporará a la autopista Illia, con accesos al Puerto y a la Terminal de Ómnibus de Retiro. Será la primera autopista en utilizar el sistema de peajes Free Flow, que evitará que los camiones y los micros se detengan en las estaciones de peajes.
Con esta obra, el Ejecutivo podrá ordenar el tránsito y mejorar la calidad del transporte de pasajeros y de mercaderías permitiendo que los camiones y ómnibus de larga distancia puedan cruzar la Ciudad en tan solo 10 minutos, beneficiando a más de 135.000 personas que realizan ese trayecto todos los días. Hasta hace unos años atrás, unir ambos puntos demandaba casi una hora o más.
El Paseo del Bajo tendrá en total 12 carriles, cuatro de vía rápida y exclusivos para camiones y micros de larga distancia, bajo trinchera, dos sentido al norte y dos sentido al sur; ocho carriles para vehículos livianos, cuatro de los cuales correrán sobre la traza del corredor Alicia Moreau de Justo - Antártida Argentina con sentido norte, y los otros cuatro, sobre el corredor Huergo - Madero con sentido al sur.
Una escalinata unirá Casa Rosada con Puerto Madero y transformará el bajo porteño
Además, para el tránsito liviano, habrá cruces transversales que permitirán la circulación entre microcentro y Puerto Madero en las calles Estados Unidos, Independencia, y las avenida Belgrano, Moreno, Perón, Corrientes, Lavalle, Viamonte y Córdoba.
Para su construcción, la obra se dividió en tres sectores de trabajo. El tramo A se construyó con la técnica de los viaductos (elevado en altura) por tres kilómetros y corresponde a los extremos sur y norte. El viaducto sur, en tanto, comienza en el empalme con las autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata.
Entre Humberto Primo y Carlos Calvo comenzarán a perder altura, para dar paso al Tramo B. El viaducto norte será el nexo con la autopista Illia y los ingresos al Puerto y a la Terminal de Ómnibus de Retiro. Este irá elevándose desde la Avenida de los Inmigrantes durante 2,3 kilómetros hasta complementarse con la autopista Illia.
El Tramo B correspondió a la trinchera semicubierta subterránea que se extiende por 1,5 kilómetros entre las calles Humberto Primo y Bartolomé Mitre.
El Tramo C, correspondió al recorrido de 2,5 kilómetros. Continúa en el formato de trinchera desde Bartolomé Mitre hasta la Av. Córdoba, en donde se eleva a nivel del terreno para eludir el triducto pluvio- cloacal que cruza el área. Luego la traza desciende nuevamente, y pasa por debajo de las vías ferroviarias, culmina en el inicio del viaducto norte.
H.B.