El conde Federico Zichy Thyssen falleció a los 76 años por un paro cardíaco el miércoles pasado en la ciudad de Buenos Aires, según adelantó su última mujer Laura Arce al diario español ABC. Está previsto que sus restos sean trasladados al castillo de Landsberg, en Alemania, donde también fue enterrado su tío, el barón Heinrich von Thyssen-Bornemisza.
Thyssen nació en 1937, hijo del conde Gabor Ladislao Zichy y de Anita Thyssen. Su madre era la hija de Fritz Thyssen, poderoso empresario metalúrgico alemán de la empresa Thyssen Krupp quien tuvo que exiliarse de Alemania y trasladarse a Argentina luego de haber sido encarcelado por el nazismo a pesar de haber pertenecido al partido en sus inicios. Sus bienes fueron confiscados por Hitler. Su primo era Heini Thyssen Bornemisza, el fallecido coleccionista de arte cuya colección está hoy en el museo que lleva su nombre en Madrid.
El argentino-húngaro fue considerado uno de los cinco mejores criadores de caballos árabes del mundo. Llevó una vida matrimonial compleja, pues se casó cuatro veces, las cuales acabaron todas en divorcio; en la actualidad estaba soltero. Se casó por primera vez en 1960 con la brasileña Alyde Mutzenbecher, de quien ese separó en 1976, después de dieciséis años de matrimonio y tres hijos en común. Ese año volvió a pasar por el altar en Paraguay con la diplomática María Stella Fratta Silvero, con quien tuvo otro hijo y se divorció en 1984. Tres años después se casó con la argentina María Inés Sellares que le dio su quinto hijo, de quien se separaría en 1989. Finalmente, su último matrimonio llegó en 2002 con la también argentina Laura Arce, relación que terminó ocho años más tarde.
El conde dejó una inmensa fortuna y se dedicó a la cría ejemplares de caballos árabes en su haras de Paraguay y la Argentina. Trató de hacerlo también en Uruguay pero sin éxito, lo que le llevó a vender su campo a la princesa a Laetitia D´Arenberg. En estos últimos años invirtió parte de su capital en territorio español, donde adquirió una finca en Sevilla, la Hacienda Vadillo perteneciente a la familia de Miguel Báez el 'Litri' por 7,5 millones de euros, y otra finca aledaña por 3,5 millones de euros. Todas sus adquisiciones tenían la mira puesta en la cría de caballos