SOCIEDAD
fallecimiento

Emotivo adiós a Miguel Ángel D’Annibale, obispo de San Martín

El sacerdote había sido diagnosticado con leucemia linfocítica crónica en 2009, y su salud empeoró en el último mes. El recuerdo de sus colaboradores. Galería de fotos

obispo
Obispo Miguel Angel D'Annibale | AICA/Cedoc

Este martes 14 de abril falleció Miguel Ángel D’Annibale, monseñor y obispo auxiliar de la diócesis de San Martín. El sacerdote se encontraba internado desde el pasado lunes 6 de abril, debido a una leucemia linfocítica crónica.

“Nos unimos a él en su Pascua y en la fe en Jesús resucitado vencedor de la muerte. La Virgen de Lourdes nos sostenga en este momento de grandísimo dolor”, expresó este martes su par, monseñor Han Lim Moon, también obispo auxiliar de San Martín.

Si bien D’Annibale había sido diagnosticado en 2009, y desde ese entonces se sometía a chequeos cada seis meses para verificar si era necesario comenzar algún tratamiento, pudo seguir con su vida normalmente. En el último chequeo médico, en marzo de este año, detectaron que tenía las defensas muy bajas y tuvo que ser internado días después.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La enfermedad, según contó el propio Obispo en una carta que escribió a sus fieles días atrás, ataca los linfocitos de la sangre y genera que los glóbulos blancos estén más elevados de lo normal. Durante el fin de semana, debido a su estado delicado con asistencia respiratoria, la diócesis convocó a unirse en oración por monseñor D’Annibale a través de las redes sociales, donde cientos de personas se conectaron mediante Facebook e Instagram para pedir por la salud del pastor de San Martín.

Queridos hermanos: Esta información la compartió nuestro Obispo esta mañana. No sabemos más que esto. Se inicia un...

Posted by Diócesis de San Martín on Saturday, April 4, 2020

“Queridos hermanos y hermanas todos: hermanos obispos sacerdotes, vida consagrada, diáconos fieles laicos y laicas y seminaristas: tengo que comunicarles la tristísima noticia del fallecimiento de nuestro padre obispo y pastor Miguel Angel D'Annibale”, manifestó Han Lim Moon hoy al comunicar la noticia.

Miguel Ángel D'Annibale nació en Florida, Vicente López, provincia de Buenos Aires, el 27 de marzo de 1959. Se ordenó como sacerdote el 6 de diciembre de 1985, fue elegido obispo titular de Nasai y auxiliar de Río Gallegos, el 19 de febrero de 2011 por Benedicto XVI, y ordenado obispo el 29 de abril de 2011, en el salón Juan Pablo II, del colegio Carmen Arriola de Marín de San Isidro, por monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro.

D'Annibale inició su ministerio episcopal como obispo auxiliar de Río Gallegos en el Santuario San Cayetano de la ciudad de Río Gallegos, el 22 de mayo de 2011, y era licenciado en Teología Dogmática. Luego de la renuncia de monseñor Romanín, el 18 de abril de 2012, fue nombrado administrador apostólico de Río Gallegos.

obispo

Al año siguiente, el 21 de febrero de 2013, Benedicto XVI lo nombró obispo diocesano. En tanto, el 15 de junio de 2018, el papa Francisco lo nombró obispo de San Martín, donde inició su ministerio pastoral como quinto obispo el 1 de septiembre de 2018.

Fue miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, y presidente de la Comisión de Liturgia. Su lema episcopal era: “Como el Padre me envió, Yo los envío”.

obispoq

Desde su entorno lo definen como alguien muy dedicado a su tarea, que buscó desde su llegada a San Martín recorrer los barrios y acercarse a la gente. “Lejos de ser distante, él era muy de querer acercarse a la gente. Era alguien que caía muy bien en la diócesis, muy afectuoso”, lo recuerdan ante la consulta de PERFIL.

Dicen que disfrutaba mucho de la comunicación, y se ocupaba personalmente de gestionar un programa televisivo que se emitía en San Isidro. Entre sus rasgos característicos, todos lo reconocían a la distancia por su gran porte: medía casi 1,90 metros. “Cuando llegaba a un lugar era imposible no darse cuenta, lo reconocíamos desde lejos”, cuenta uno de sus colaboradores.

A.G./MC