El sacerdote jesuita Fernando Boasso se llevó una gran sorpresa el miércoles: Jorge Mario Bergoglio, su alumno de Teología Bíblica en la Universidad del Salvador, fue elegido para ocupar el trono de San Pedro.
Entrevistado por Perfil.com, el párroco recordó, a sus 92 años, cómo era ese joven seminarista sobre el que se deposita hoy la mirada de todo el mundo. "Era un alumno muy aplicado, aprendió muy bien toda la parte bíblica", contó Boasso.
- Perfil.com: ¿Cómo fue su experiencia educativa con Francisco?
- Yo era titular de la cátedra de Teología Bíblica en 1967 en la Universidad del Salvador. El era uno de los alumnos, por cierto, muy experto.
- ¿Cómo era en el aula?
- Muy simple y normal, como es él. Muy brillante como estudiante, pero era una cosa normal, no te llamaba la atención. Era de los que se sacaba siempre 8, 9 y 10, se dedicó mucho a aprender muy bien toda la parte bíblica.
La relación entre ambos excedió los pasillos de la Universidad, y creció al tiempo que el exarzobispo de Buenos Aires avanzaba en la escala eclesiástica. "Siempre mantuvimos contacto. El último agosto antes de que llegara la dictadura, yo me tuve que ir a Resistencia a hacerme cargo de la Iglesia y lo hablé con él", recordó el prelado.
- ¿Cuál fue el rol de Bergoglio durante la dictadura?
- Esa fue una época muy dramática, y ahora lo acusan cuando él no era ni obispo. Muchos dicen que había obispos de acuerdo y él no hizo nada. Dicen cosas así y se equivocan. Él era superior de la Compañia de Jesús. Bergoglio tuvo la habilidad de hablar con algunos militares para decirles que él iba actuar en los casos que fuera necesario para sacar del país a los sacerdotes o decirles que no sabía donde estaban para llegar a advertirles a los sacerdotes. Él sí sabia donde estaban. Les mentía para sacarlos. Ahora, que él tuvo una cierta falta de suspicacia para darse cuenta de lo que le podía pasar a estos dos muchachos (Orlando Yorio y Francisco Jalics), es una crítica que cualquiera le puede hacer. Seguro que en el dramatismo de esos momentos pudo haber cometido fallas y eso es lo que se le reprocha ahora. Pero su actuación fue muy buena, toda su obra es extraordinaria por más que el Gobierno quiera liquidar eso.
- ¿Por qué cree que el Gobierno “quiere liquidar” lo que hizo Bergoglio?
- No sé. Nunca tuvieron una buena relación porque en las homilías hablaba de muchos temas que a los Kirchner nunca le gustaron. Pero no lo hacía para enrostrárselo, él habla de eso en las misas.
(*) de la redacción de Perfil.com