El historiador especialista en Malvinas, Federico Lorenz, estuvo a cargo del programa kirchnerista pilar del relato nacional y popular “Educación y Memoria". Con el cambio de gobierno, fue convocado para dirigir el Museo Malvinas, en el predio de la Ex Esma, luego de tres años, renunció a su cargo en 2018.
En diálogo con Lorenz, este reflexiona sobre las políticas de estado en torno a las Islas.
—¿Por qué es importante construir una mirada regional sobre Malvinas?
—Política y culturalmente, la demanda territorial está basada en un hecho de despojo y usurpación, excesivamente enfocado en el archipiélago. Sin embargo, “Malvinas" son las islas, el espacio Atlántico y la Antártida, que tienen una historia mucho más rica y compleja que la que hemos aprendido sólo en función del reclamo. Hay una cantidad de matices regionales que desde el centro hegemónico de Buenos Aires ni siquiera vemos.
—¿En qué sentido?
—Aprendemos una historia muy sesgada y acotada de una importante región de nuestro país y del continente sudamericano, con lo que la adhesión al tema Malvinas es incompleta, ritual, y hasta superficial. Pero, a la vez, muy difícil de revisar porque es una causa sagrada. Las Islas Malvinas son parte de una trama compleja que deben pensarse más allá de las fronteras estatal – nacionales.
—¿Qué discusiones deben darse?
—Hay que impulsar discusiones regionales en las que nos preguntemos con sinceridad qué significa que las Malvinas son argentinas. No se puede repetir esto como un credo, tiene que ser parte de un proyecto de país. Lo que más “rinde” políticamente, en el corto plazo, es mantenerse apegado a los rituales. Pero en el largo plazo, eso es contraproducente.
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—¿Por qué?
—Está bien que nos concentremos en el tema de la conmemoración de la guerra y sus consecuencias pero no abordamos la situación de las Islas Malvinas en el presente. ¿Asumimos la derrota de 1982? ¿Pensamos alternativas a partir de esta? ¿Reflexionamos como sociedad en nuestra responsabilidad en el formidable retroceso que en términos diplomáticos significó la guerra y en el favor inmenso que le hizo a los ocupantes? Nos auto limitamos para pensar el problema.
— ¿Cuáles son las políticas de estado que deberían llevarse a cabo?
—Diría que, visibilizar e impulsar investigaciones regionales que piensan la cuestión en una clave más compleja y de manera transnacional. Malvinas es una cuestión que debería ser “federal” antes que “nacional”, y a la vez tiene una dimensión “provincial” que en la retórica dominante se suele soslayar.
Malvinas es una cuestión que debería ser “federal” antes que “nacional”, y a la vez tiene una dimensión “provincial” que en la retórica dominante se suele soslayar
Hay que impulsar una historia oficial sobre la guerra que ponga muchos reconocimientos y condenas pendientes en su lugar y que cierre, tanto como se pueda, la puerta a las miradas conspirativas, concluye Lorenz.
ANEXO | Material de archivo: la propaganda política de la dictadura por Malvinas
ANEXO | Material de archivo: audios históricos de la guerra de Malvinas
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