“¿Estás bien?”.“¿Qué pasó en Argentina?”. “Acabo de ver las nuevas medidas anunciadas por Macri y no augura nada bueno, ¿cómo estás?”. “¿Vas a volver no?”. Son algunos de los mensajes que me llegan al celular desde el jueves pasado cuando el dólar rozó los 42 pesos y todo daba señales que el país se venía abajo.
Los días se suceden y los mensajes no cesan a la par de que aumenta la preocupación por la situación económica de un país que, a ojos del mundo, parece no tener rumbo y mucho menos un futuro esperanzador.
El escenario que muestran los medios de comunicación españoles es preocupante. Cuando Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada el dólar cotizaba a 15 pesos, mientras que en la actualidad baila entorno a los 40. A eso se le suma el hecho de que la inflación es superior al 30%, la pobreza crece y la tan esperada “lluvia de dólares” nunca llegó. ¿Qué les puedes decir a tu gente ante esas estadísticas? Se tranquilizan un día para volver al siguiente con más preguntas.
Así vieron la crisis del dólar los medios del mundo
Por las pantallas de los televisores españoles se muestran protestas, cacerolazos y cortes de calles, algo que aquí es moneda corriente, pero que en cambio allí es más bien una señal de alarma. Para ellos es un síntoma que el caos se desató y vivimos en la jungla donde sobrevivirán los que decidan marcharse.
Muchos no pueden evitar la comparativa con la situación del 2001 y se preparan para una nueva ola inmigratoria del hemisferio sur y el regreso de varios de los que nos venimos a vivir aquí. Sacan algo bueno de todo esto: tu retorno podría estar más cerca.
Otra de las palabras que aparece en cada conversación es “corralito”, ese fantasma del que no me logro desprender ni yo, ni casi ningún inmigrante.
Superado este tema te preguntan por el dólar. Es muy difícil hacerle entender a un europeo lo que es vivir con la idea de que tu propia moneda vale mucho menos que una extranjera. Si bien comprenden que el peso argentino es débil, no logran concebir el hecho que la suba del dólar se traslade a los precios, que cuando uno haga cálculos lo haga pensando en “verde” y que se prefiera ahorrar en la divisa estadounidense para perder menos poder adquisitivo.
"Los necesito a ustedes más convencidos que nunca frente a los predicadores del miedo", dijo Mauricio Macri el lunes
Lo más adultos, sin embargo, recuerdan la década de los 60 en los que existía la peseta y cobrar en libras o marcos era lo mejor que a uno les podía pasar. Lamentan que su pasado sea nuestro presente y, por las estimaciones de los economistas, nuestro futuro. “Cobrar en euros sería agua bendita ¿no?”, me planteó hace poco un colega de profesión.
Te cansas de responder preguntas, para ellos muy lógicas, tales como “¿Te suben el alquiler un 30 por ciento pero tu sueldo apenas aumentó un 21?”; “¿Qué significa para ti que el dólar esté a 40?”; “¿Por qué no les aumentan el salario a todos por igual”?. Cuestiones que si antes los preocupaban, ahora los aterran.
Europa, y España en particular, siempre tiene una mirada puesta en Argentina. Y en estos tiempos les estamos dando muchas razones para no apartar la vista.