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Alejandro Fabbri: "La mayoría de los periodistas de política fueron periodistas deportivos"

El comentarista de fútbol participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo del Posgrado de Perfil. La corrupción en el fútbol, el legado de Víctor Hugo Morales y el no regreso de Fútbol para Todos.

Alejandro Fabbri
El periodista fue entrevistado por los alumnos del Posgrado Perfil - USAL. | Captura de pantalla.

Alejandro Fabbri participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de Editorial Perfil y la Universidad del Salvador (USAL). El periodista deportivo rechazó el posible regreso de Fútbol Para Todos, asegurando que es "una etapa ya cumplida" y que "no es prioridad" en medio de la crisis por el Covid. "Con la situación de pandemia, el Estado tiene que estar dedicado a lo que está: ayudar a la mayor parte de la gente que lo necesita", aseguró.

Por otra parte, el columnista de 442 cargó contra el "bombardeo de las empresas" que agiganta la rivalidad entre River y Boca para impulsar la venta de publicidad y no por una agenda deportiva. También analizó "la mancha" que tuvieron los Mundiales de 1978 y 1986 y comparó a Messi y a Maradona.

Por último, se refirió a Víctor Hugo Morales. "En el plano político, representa un enfoque no muy lejano al mío. Él es muy enfático. Tiene una cuestión personal de hace muchos años con el Grupo Clarín y yo trabajo en el Grupo Clarín hace mucho tiempo y tenemos diferentes puntos de vista en algunas cosas", sostuvo Fabbri en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

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—¿Argentina está lista para la vuelta del fútbol en medio de la pandemia?

—Creo que hemos tardado demasiado, para mi gusto, en autorizar el fútbol. Yo creo que el fútbol de primera división puede volver con las precauciones que se toman en Uruguay, en Paraguay, no en el delirio que sucede en Brasil. En el campeonato brasileño hubo partidos con jugadores infectados que fueron al banco de suplentes. Yo siempre dije que antes de que desaparezca el fútbol se va a instalar el socialismo en los Estados Unidos. La verdad es que el fútbol no va a desaparecer, se va a volver a jugar, pero no se puede jugar, por ejemplo, la segunda categoría, donde muchos equipos son del interior y no pueden andar girando por el país cuando de la pandemia se ha trasladado a ciudades de provincias como Santa Fe o Córdoba. Es muy complicado.

—¿Qué funcionario cree que está trabajando más conscientemente en el fútbol en este contexto?

—Figura política no veo ninguna. Un poquito habría que darle el respeto a Matías Lammens, que está trabajando cerca de la AFA, pero me parece que hay temas bastante más importantes que el fútbol en este momento. Para la Argentina el fútbol es un drama, una novela, donde es más importante que le vaya mal al enemigo deportivo, a que nos vaya bien a nosotros. Tenemos una cultura de gozar al otro, de burlarnos, que ha ido creciendo con el tiempo y, lamentablemente, no lo podemos desterrar. Alberto Fernández es futbolero, Mauricio Macri también lo es, Horacio Rodríguez Larreta también, Axell Kicillof no, Ginés Gonzalez García es plateista de Racing. Hay muchos funcionarios públicos vinculados al fútbol y otros que no, pero lo veo como un tema menor en relación a otras cosas. En Europa han vuelto el fútbol porque se han abierto los nuevos torneos en septiembre cuando la pandemia estaba, en teoría, de capa caída, pero hoy la pandemia está redoblando su penetración.

—¿Cómo ve la función de Claudio Tapia?

—No creo que pueda hacer mucho más de lo que hace. Puede reunirse con los dirigentes políticos, puede estar atento a cómo se desarrolla la pandemia por el país e ir evaluando, pero esto va cambiando permanentemente. No veo una actuación relevante más allá de que se hayan dictado protocolos y los clubes traten de cumplirlos. Pero no le veo demasiada importancia en el momento a la función de Tapia.

Alejandro Fabbri

—¿Qué análisis puede hacer del periodismo deportivo en la actualidad?

—El periodismo deportivo no es diferente de los otros periodismos que se especializan en algo en la Argentina. Lo que tiene de distinto, y puntualmente el fútbol, es que está presente en el 90% de los hogares argentinos y la mayoría de los periodistas de política fueron periodistas deportivos, ese es un detalle que alguna gente no tienen en cuenta. Creo que en el periodismo deportivo hay periodistas buenos, regulares y malos. Honestos y deshonestos. Periodistas que repiten y replican lo que les piden las empresas, y periodistas que juegan independientes. Periodistas que juegan para los equipos poderosos y otros que juegan para sus convicciones y tratan de ser un poco más ecuánimes. Hoy las empresas periodísticas nos quieren hacer creer que todos somos de Boca y de River y eso no es así. Esto no es Uruguay, donde Peñarol y Nacional son el 80% del público. Acá la mitad del país somos de otros equipos. Y ese es un problema que tenemos los periodistas, porque permanentemente escuchás un bombardeo de las empresas con Boca y River, que les conviene a las empresas de publicidad, seguramente. Pero el fútbol argentino es mucho más grande.

—¿Cree que la conformación de la Superliga benefició esa concentración?

La Superliga no existe más. La han demolido en la previa a las elecciones. Había un proyecto liderado por el macrismo para convertir a los clubes en sociedades anónimas deportivas, pero ese proyecto no ha funcionado. Sobre todo porque los clubes de fútbol en Argentina cumplen tareas de todo tipo. Más del 50% de la vida de la Argentina ha pasado y transcurrido en clubes de fútbol. El proyecto que venía de la Superliga era un proyecto elitista pensado para que Boca y River sean los dueños de todos. El creador, Javier Tebas, fue quien le dijo a los presidentes de River y Boca que tenían que ahondar la distancia sobre Independiente, Racing y San Lorenzo. Por suerte ese proyecto no cuajó. Lo que esperamos, desde mi punto de vista, es que haya una distribución de dinero un poco más equitativa, como sucede en Francia, en Inglaterra o en Alemania, donde lo han resuelto muy bien, porque los equipos poderosos tienen recursos más accesibles.

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—¿Qué piensa de la corrupción en el fútbol argentino?

Corrupción en el fútbol ha habido desde principios de siglos. Ya se hablaba en la década del 10 del siglo pasado, de partidos arreglados, de jugadores sobornados, de dirigentes corruptos. Ha habido de todo, pero no en el fútbol argentino, sino en todo el mundo. Es un deporte turbio, porque donde hay más dinero hay más intereses y, como hay una pasión absolutamente desmedida, se pretende ganar de cualquier manera.

—Teniendo en cuenta lo que ocurrió en algunos partidos del campeonato organizado por una dictadura, ¿es posible sentir orgullo por el Mundial de 1978?

El Mundial del 78 tiene una mancha que es el partido con Perú, como el Mundial del 86 tiene la mancha del gol de Maradona con la mano. Y es lamentable, porque Argentina tuvo dos grandes equipos, el del 78 y el del 82. Al mismo tiempo, yo te puedo dar una mancha en cada Mundial de determinados países. Pero al margen de eso, si Videla visitó el vestuario de Perú antes del partido, cosa que pasó, y les dijo a los jugadores peruanos en una especie de arenga que había que recordar a San Martín y la unidad latinoamericana, fue un absurdo. Y si después hubo jugadores peruanos que no levantaron las piernas en serio, como dicen que pasó, no hay manera de probarlo, lo tienen que decir ellos. La final con Holanda es otra historia y que Argentina le hubiese ganado a Perú, independientemente de que si pasó algo extra futbolístico. La verdad que son situaciones que han ocurrido siempre y que ocurren en los campeonatos. En Europa, donde supuestamente la justicia es un poquito más independiente, descendió la Juventus, descendió el Milan, castigaron a varios equipo en el fútbol inglés por situaciones de este tipo. Pedirle al fútbol que sea una garantía de honestidad y transparencia en este tipo de sociedades que tenemos es un poco difícil.

—¿Qué representa Víctor Hugo Morales para usted?

—Víctor Hugo representa el mejor relator de la historia de la radio argentina. La llegada de Víctor Hugo en el año 81 con la creación del programa "Sport’80", no solo fue una brisa de aire fresco en el medio de la oscuridad de la dictadura, sino que le dio al relato futbolístico una dimensión distinta. No es lo mismo Victor Hugo por televisión o escribiendo. En radio es una personalidad distinta por la capacidad de lenguaje que tiene, la cultura, la voz. Hay otros relatores también que disfrutan de esta posibilidad de no gritar, en un momento en que se ha hecho costumbre el grito en la televisión. Hoy se grita un saque lateral de la misma manera que un penal y no es lo mismo. Victor Hugo tiene un gran manejo de los climas. A lo mejor es un poco actor, pero se diferencia del resto porque puede ser un relator y un comentarista al mismo tiempo y puede hacerte una nota de color en el medio. Tiene todas esas virtudes juntas. Si estás viendo el partido y lo estás escuchando a Víctor Hugo, a lo mejor no es exactamente el partido que estás mirando. Pero tiene mucha categoría para no equivocarse. Si hablamos de Victor Hugo, hablamos de radio. Es la voz del fútbol en la radio.

—¿Y qué es Víctor Hugo para usted en el periodístico político?

— En el plano político Victor Hugo representa un enfoque no muy lejano al mío. Él es muy enfático. Tiene una cuestión personal de hace muchos años con el Grupo Clarín y yo trabajo en el Grupo Clarín hace mucho tiempo, y tenemos diferentes puntos de vista en algunas cosas. A lo mejor él es más osado que yo, más duro. Comparto varias de las cosas que dice, otras son un poco más para discutirlas. No tenemos una línea militar de conocimiento, cada uno tiene su opinión. Todos tenemos nuestro concepto periodístico y nuestro concepto político. Todos los periodistas que hacemos fútbol somos hinchas de un equipo o de dos. Pero uno no va a hablar bien de su equipo si juega mal. Es lo mismo para el periodista político. Todos sabemos más o menos la ideología que tiene un periodista y se tiene que hacer cargo. El asunto es no mentir, no faltar a la verdad. En la revista Goles, Osvaldo Remisone nos dijo una vez que la credibilidad es como la virginidad: se pierde una sola vez. Eso está en duda hoy, después de ver a Elisa Carrió y algunos otros personajes. Lo que más tenemos que valorar y atesorar los periodistas es el sentido común.

Fabbri y sus reveladoras declaraciones sobre el fútbol

—¿Usted apoyaría el retorno del Fútbol Para Todos?

—No. Fútbol para Todos no puede volver, es una etapa cumplida, ya pasó. Hoy hay contratos firmados y me parece que no es el momento. Con la situación de pandemia el Estado tiene que estar dedicado a lo que está, ayudar a la mayor parte de la gente que lo necesita. Además, no creo que sea necesario.

—¿Messi o Maradona?

Messi y Maradona. No son opuestos y no han jugado juntos. A Diego lo he visto muchísimo y lo he disfrutado más que a Messi, porque Messi no ha jugado un solo minuto en la Argentina, salvo en los partidos de la Selección. Ese es un tema muy especial, tener un crack que no ha jugado un minuto en el país. Messi es el mejor de los últimos años, pero a Diego lo puedo comparar o discutir con Pelé o con Cruyff. Messi todavía no terminó de dar todo lo que puede dar, aunque esté en la etapa declinante de su carrera por la edad. Ha hecho muchísimo, pero Diego es incomparable en el fútbol argentino para mi gusto. Inclusive si hoy Messi y Maradona tuvieran la misma edad, podrían jugar juntos, porque a Messi lo ponés de puntero derecho como juega en el Barcelona y ahí aparece haciendo la diagonal y entrando por el medio. Y a Maradona lo ponés de nueve o de centro delantero o de un número 10 que llega con profundidad por el costado y listo. O sea que pueden jugar juntos. Es Messi y Maradona.

—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de Perfil y lo invitamos a cerrar el reportaje con un comentario final que quiera realizar.

—Estamos en un momento muy especial, estas cosas pasan muy de vez en cuando. Yo supongo que el periodismo va a seguir cambiando. Las reuniones virtuales van a seguir teniendo su vigencia, no sé en qué momento vamos a ir a una supuesta normalidad. Lo que me parece que hay que perfeccionar dentro del periodismo es esta cuestión de tratar de abarcar diferentes maneras de verlo y de trabajarlo. El sentido común, el criterio, no ser fanático, dudar, pensar que a veces lo que te están diciendo no es verdad, sobre todo si vos tenés datos. Me parece que lo que falta un poco, por lo menos en el periodismo vinculado al deporte, es la investigación. Pero hay un sector creciente que quiere que el deporte sea solamente entretenimiento y que es mejor que ganen los más importantes y los más poderosos. Pero siempre tiene que haber un periodista con el ojo atento, estar mirando y anotando y después poder hacer la denuncia correspondiente. Es una tarea que tenemos que tener, en un país donde el deporte es muy importante, porque muchísima gente ha crecido con la figura de un ídolo. Hoy hay una excesiva preocupación por la farándula dentro del ambiente deportivo y ese es un problema. Pero no es culpa solamente de los que trabajaban de esto, que son más jóvenes, sino de las cuestiones que han llegado para quedarse y será tarea nuestra poder separar la paja del trigo.

Por Javier Gutierrez y Ayelén Berdiñas
Estudiantes de Periodismo
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil-USAL