El ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, participó esta semana del Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación. Confimó su intención de lanzarse como candidato presidencial y disparó contra el periodista Horacio Verbitsky por sus críticas hacia el Papa Francisco.
Ante los alumnos de Periodismo de Editorial Perfil, el economista también aseguró que el Indec "ni mintió antes, ni miente ahora" y respaldó a sus amigos presos, el empresario Fabián Quiroga (“mandé una nota al juez diciendo que era un hombre de bien”) y Julio De Vido “con quien no negaría su amistad por estar detenido”.
Además, el polémico ex funcionario kirchnerista dudó de la capacidad del gobierno de Mauricio Macri de concluir su mandato al afirmar que la Argentina está "yendo a pasos acelerados hacia la anomia". Y, en medio del Mundial, dejó una perla: entendió zanjada la eterna disyuntiva nacional entre Lionel Messi y Diego Armando Maradona. “Un Diego te sale cada trescientos años”.
-¿Cree que puede ganar la presidencia?
-Vamos a hacer el intento. Acá hay un establishment político, que va desde el PRO al Partido Obrero. Después, hay un border que hoy lo está ocupando Moreno, siempre lo ocupó Aníbal Fernández. Si la sociedad decide romper con el establishment, tenemos mucha opción. La única posibilidad que tengo de ganar es que la gente haga propio el voto de esta fórmula.
-¿Estaría dispuesto a competir en una interna peronista con Cristina Fernández?
-Lo tendría que evaluar pero entiendo que sí, cada uno podría aportar. Por ejemplo, puede haber una interna donde el que gane sea presidente y el segundo vicepresidente. En ese contexto ¿por qué no?
-¿Cómo tomó la cantidad de denuncias de abusos dentro de la Iglesia Católica?
-A mí me parece que Grassi fue condenado, ¿no? Que yo sepa. Me parece que ya está cumpliendo la condena. Sin embargo, hay muchas otras denuncias. Si hay muchos casos, los desconozco. Creo que todos los que han cometido violaciones al código penal tienen que pagarlo. Funcionarios, no funcionarios, periodistas. Una cosa es una denuncia y otra cosa es que el derecho demuestra a partir de un juicio que es verdad. Porque no vamos a confundir a una denuncia con la verdad.
-Se dio media sanción a la despenalización del aborto en la Cámara de Diputados. ¿Cuál es su posición sobre el tema?
-Mi posición final es la que vayan a decir las mujeres de mi agrupación porque en eso nos pusimos de acuerdo los varones. No es relevante porque yo no voto. Ahora, también creo que hay oportunidad, mérito y conveniencia y ahora tenemos un Papa argentino. Por lo tanto, hay que cuidar a los argentinos que se destacan. Hay un montón de muchachos que no lo cuidan. Verbitsky y su escuela. En eso hasta el Gobierno lo acompaña y piensa que puede opinar de Francisco como si no fuera el obispo de Roma sino que fuera el obispo de Buenos Aires.
-¿Cómo ve los cambios dentro del Gabinete?
-Hacer un cambio de Gabinete un sábado, ¿dónde se vio eso? Estos cambios que están haciendo son una tontería. Sacan a un tipo que tenía cierto charme aunque no supiera nada (Federico Sturzenegger) al frente del BCRA y ponen a un ex dinerista (Luis Caputo), un muchacho que es lo mismo que ir a la ruleta y jugar tu plata. Por eso digo, guarda con timbearse la plata del FMI porque después entramos en default y va ser culpa de ustedes: banqueros internacionales, Fondo Monetario y todos estos idiotas. Que van a terminar todos presos, ¿eh? Porque se los estoy diciendo.
-¿Imagina que en 2019 va a ganar un candidato peronista?
-Puede haber un presidente peronista desde mañana hasta diciembre de 2019.
-¿No le sorprendería si el Gobierno no llega a concluir su mandato?
-No. Dije hace un año que el experimento oligárgico, en términos económicos, estaba terminado y que había que tratar que no colapsara el lecho institucional. Si entramos en una híper crisis, vamos derecho a la disolución nacional. Estamos yendo a pasos acelerados hacia la anomia. Con la tasa de interés a niveles increíbles, se está paralizando el comercio mayorista y las grandes empresas hoy están peor que las pymes. O acierta o se rinde. Nadie va a hacer nada. Todo el mundo lo está acompañando para que termine. Pero llega un momento en que el hombre no da más.
--¿Considera que Alfonsín se retiró del Gobierno y a De La Rúa lo echaron?
-Los dos se fueron por ser inútiles en términos económicos. Por eso generaron las consistencias macroeconómicas que terminaron con sus respectivos gobiernos, tanto en 1989 como en 2001. Este salvaje (Mauricio Macri) hizo las dos en el mismo tiempo y lugar en dos años y medio. Hay que esforzarse para hacer esta bestialidad.
-¿En qué cree que falló el kirchnerismo para haber perdido el poder?
-Nunca tuvimos el poder, sólo el gobierno. Los peronistas diferenciamos gobierno de poder. Nuestro modelo se había completado para 2012, cuando tuvimos que administrar Comercio Exterior. Entendimos la revolución energética norteamericana y sabíamos que administrando el comercio exterior nos íbamos a pelear con el mundo para defender el trabajo argentino. Después vino Trump y dijo que los que éramos el pasado ahora somos el futuro. Resulta que el mundo hace lo que hizo Moreno en el 2012. El mundo camina hacia el nacionalismo peronista o hacia un nacionalismo xenófobo. El marxismo se terminó en el '89. Ahora, el neoliberalismo. Lo único que queda son los vectores nacionales. La única doctrina nacionalista de amor y paz a escala universal es la del movimiento nacional justicialista. Por eso, la responsabilidad de los peronistas es peronizar al mundo.
-¿Se encuentra bien de salud?
-Los análisis dicen que sí, pero ya no tengo la fortaleza que tenía antes. Igualmente, comparado con Macri, corro una maratón y él se cae en el primer kilómetro. Me encuentro para darle duro dos lustros más. El tiempo pasa.
Martín Fernandez, Daiana Castro y Jose Bertoldi
(Alumnos de Primer Año de Periodismo - Escuela de Comunicación de Editorial Perfil)