Según datos de la Organización Internacional del Trabajo OIT), cada día mueren 6.300 personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo –más de 2,3 millones de muertes por año–. Anualmente ocurren más de 317 millones de accidentes en el trabajo, y muchos de estos accidentes resultan en ausentismo laboral. El costo de esta adversidad diaria es enorme, y la carga económica de las malas prácticas de seguridad y salud se estiman en un 4% del producto interior bruto global de cada año.
Estadísticas. En Argentina los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo señalan que mueren aproximadamente dos personas por día en accidentes laborales que pueden ser evitados mediante medidas básicas de prevención. La mayoría de estas muertes podrían ser prevenidas si el empleado trabajara en un ambiente seguro.
La legislación prevé una serie de medidas que deben cumplirse dentro de un ambiente laboral. La salud y la seguridad de los trabajadores son un derecho de rango constitucional, conforme lo preceptuado en el art. 14 bis de la Constitución de la Nación Argentina (CNA) y por los tratados y convenciones sobre derechos humanos que tienen jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22), tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art. 7 inc. b): “Los Estados partes en el presente pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial: (...) la seguridad y la higiene en el trabajo”. Por otra parte, la Ley 24.658 que aprueba el protocolo adicional sobre derechos humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales –Protocolo de San Salvador– establece en su art. 7 (“Condiciones justas, equitativas y satisfactorias de trabajo”) inc. e.: “Los Estados partes en el presente protocolo reconocen que el derecho al trabajo al que se refiere el artículo anterior supone que toda persona goce del mismo en condiciones justas, equitativas y satisfactorias, para lo cual dichos Estados garantizarán en sus legislaciones nacionales, de manera particular: (...) la seguridad e higiene en el trabajo”.
Debido a lo anterior, cada día cobran relevancia los profesionales en Higiene y Seguridad Laboral ya que están dedicados y formados para velar por la correcta disposición de las reglas y vigilar que los empleados trabajen en lugares seguros y sanos.
Mayor compromiso. Un estudio de la consultora PageGroup indica que “las necesidades de un mercado cada vez más exigente requiere de perfiles cada vez más especializados”. Del mismo surge como resultado una “fuerte demanda de profesionales orientados a la Higiene y Seguridad Laboral y al Medio ambiente”.
Las compañías, cada vez más, están comprometidas con la salud y el bienestar de los trabajadores, como también buscan estar dentro de las normas internacionales y atentas a posicionar una imagen positiva de la marca empleadora, y para lograrlo resulta fundamental la contratar este tipo de profesionales.
La seguridad es la prevención y protección personal frente a los riesgos propios de una activad laboral determinada. La higiene es la parte de la medicina que tiene por objeto la conservación de la salud y la prevención de enfermedades.
En el más amplio de los planos, la tarea de un profesional en seguridad e higiene será ejercer todas las acciones preventivas y de control que sean necesarias para poder evitar consecuencias negativas para el desarrollo de la vida laboral. La tarea fundamental es hacer todo un sistema de control de riesgos del trabajo tanto en la prevención de accidentes como de enfermedades laborales. Para ello se rigen por reglamentaciones, la estandarización, la inspección, las investigaciones y la educación, entre otras.
La salida laboral de esta carrera es en la actualidad muy amplia, el profesional puede ejercer su trabajo dentro de una empresa, fábrica o cualquier otra institución pública o privada, o de igual manera trabajar en forma independiente como consultor o asesor. La demanda es cada vez más importante, ya que se debe cumplir la ley de higiene y seguridad en el trabajo, que entre otras disposiciones señala que se deben aplicar programas de trabajo y especificaciones técnicas en materia de seguridad, higiene y control ambiental laboral para los empleados.
El egresado también puede desempeñarse como perito de Justicia o perito de parte, en caso de producirse siniestros, incendios, accidentes de tránsito, entre otros. Debe acudir al lugar del hecho a fin de elaborar un informe técnico de las causas que motivaron el siniestro.
Los profesionales de seguridad e higiene en el trabajo así como los técnicos en seguridad e higiene deben contar con un amplio sentido creador, deben ser emprendedores, con sólidos conocimientos para seguir una línea operativa continua y superación personal.
Deben poseer capacidad para la toma de decisiones, capacidad de análisis y síntesis, además deben reunir un conjunto de valores y actitudes imprescindibles para el desempeño de unas funciones críticas para nuestra sociedad. Destacamos: capacidad para el trabajo en equipo, sentido de la responsabilidad, confianza en sí mismo, sensibilidad y respeto hacia las personas, capacidad de influencia.
Prevenir riesgos
En la actualidad, la velocidad con que están cambiando las cosas es enorme, y esto hace que la prevención sea una actividad importante dentro de una empresa o institución. La gestión de la seguridad laboral resulta un factor de competitividad en el mundo moderno de hoy. El licenciado en Higiene y Seguridad Laboral cumple un rol básico en este aspecto, su labor y gestión en el desarrollo de planes de prevención en riesgos laborales tiene una repercusión inmensa en el mejoramiento de la calidad de vida, pues la seguridad está en la base misma de esta calidad de vida a la que todos aspiramos en cualquier lugar que estemos.
*Directora de la Licenciatura en Higiene y Seguridad Laboral y de la Licenciatura en Gestión Ambiental, Univ. Blas Pascal.