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INVERSION SOCIAL

Cippes advierte: es bajo el impacto de los programas sociales contra la pobreza

Los planes alimentarios y los esquemas de subsidios suman $5.000 millones y reducen solo en 1% la pobreza en Córdoba. El padrón del Paicor, planchado hace una década.

14-04-19CIPPES
INEFICACIA. Pese a los muchos programas sociales y a la gran inversión pública, los indicadores de pobreza no bajan en Córdoba. | Cedoc

Luego que se conocieran los datos de condiciones de vida a nivel nacional y provincial con las mediciones de pobreza e indigencia, los equipos técnicos del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippes) se pusieron a analizar la evolución de esos registros con especial interés en el impacto de los planes no monetarios de asistencia social de la Provincia. A partir de ese análisis se elaboró el informe ‘Crecimiento y profundización de la pobreza en la Provincia’, al que accedió PERFIL CORDOBA. Allí, se consigna que la medición de pobreza que divulgó la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia días atrás, en base a los ingresos (monetarios) de los hogares, señala que en el Gran Córdoba viven 552 mil personas bajo la línea de pobreza, de los cuales 111 mil están en situación de indigencia.

Y subraya que una vez considerados ciertos programas sociales no monetarios provinciales, la cantidad de personas en situación de pobreza e indigencia se reduce: de 552 mil personas bajo la línea de pobreza a 535 mil personas en esa situación (17 mil personas menos en situación de pobreza), reduciéndose la tasa de pobreza medida en el estudio en un punto porcentual (de 33,7% a 32,7%); y de 111 mil personas bajo la línea de indigencia a 81 mil personas en esa condición (30 mil personas menos en situación de indigencia), reduciéndose la tasa de indigencia medida en el estudio en 1,8 puntos porcentuales (de 6,8% a 5%). “Es decir, la Provincia admite que luego de considerar el impacto de los programas sociales no monetarios, aún persisten en el Gran Córdoba 535 mil personas viviendo bajo la línea de pobreza y 81 mil personas viviendo bajo la línea de indigencia”, destacan desde el Cippes.

La inversión. ¿De cuánto es la magnitud de la inversión social actual? Para este análisis los programas sociales considerados son programas alimentarios (el principal es el Paicor) y programas de subsidios al transporte público, a las tarifas de servicios y al impuesto inmobiliario, que en la Cuenta de Inversión 2018 suman una inversión aproximada de $5.000 millones. Según el informe oficial, el 91% de las personas en situación de pobreza son beneficiarias de al menos uno de estos programas y lo mismo sucede con el 96% de las personas en situación de indigencia.

Para el Cippes, la gravedad de la situación reviste en que “hay un estado presente, pero no ayuda a la gran mayoría de dichas familias a salir de la indigencia, es decir la presencia del Estado provincial no logra prevenir que dichas personas no tengan que comer”. Por otro lado, se subraya que existe además una batería de programas sociales adicionales a los analizados cuyos presupuestos suman en total, para 2019 más de $19 mil millones. “Es necesario, entonces, preguntarse sobre la eficacia de las políticas sociales en Córdoba, analizar si los programas cumplen los fines para los que fueron creados, si atienden necesidades adecuadamente, si hay dificultades en las formas de implementación o si los fondos que se destinan a dichos programas son suficientes”, plantea el Cippes.

Paicor: el padrón está planchado desde hace una década
Además de hacer un monitoreo permanente de la evolución de la inversión en uno de los programas clave como es el Paicor, desde Cippes trabajaron en el análisis de la cantidad de niños asistidos por el programa cada año. En ese sentido, la entidad indagó los movimientos en el padrón del Paicor en los últimos 10 años para detectar que la cantidad de beneficiarios no acompañó la evolución de los indicadores de pobreza e indigencia, siempre en torno a los 200 mil beneficiarios. En 2010 había 237 mil chicos en ese programa, hubo un pico en 2014, cuando se asistió a 246 mil, pero siempre se mantuvo esa lógica de “serrucho”. En 2017 había 212 mil y el padrón subió 3,5% para ser de 220 mil el año pasado, pese al agravamiento de las condiciones sociales.