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ENTREVISTA

Cossar: “Cambiemos no se va a romper”

Uno de los hombres más cercanos a Mestre asegura que el intendente es la mejor opción para 2019. “La relación entre los cuatro partidos de la coalición es buena”, asegura.

09-12-2018-Cossar
DEDO, NO. Cossar envió un mensaje hacia las fuerzas de Cambiemos, frente al proceso electoral: “Nadie va a romper. Se va a definir por consenso o por internas, en el marco de lo institucional”. | CEDOC PERFIL

Es la mano derecha de Ramón Mestre. Fue su viceintendente y ocupó diversos cargos en las dos gestiones del actual intendente. Hoy, mientras se desempeña como secretario de Modernización, aparece como uno de los más activos participantes en la mesa chica del jefe comunal, en un momento particular para Cambiemos, ya que se está definiendo quién será el candidato a la gobernación en el 2019 –“una final”, asegura–. En ese marco, deja un mensaje claro hacia adentro de la coalición: “Cambiemos no se va a romper”.

—¿Cuánto hace que lo conoce a Mestre?
—Hace 30 años.

—¿Cómo lo define?
—Como un tipo muy pasional, muy comprometido. Creo que, muerto el padre, es el tipo que más conoce la ciudad de Córdoba, los más de 500 barrios que tiene. Y también la Provincia. Militamos juntos, tenemos una relación, desde la época de la facultad, aunque él es más chico. Lo primero que hice cuando lo conocí fue querer presentarle a mi hermana, en ese momento se acostumbraba a salir solo. Y se la presenté.

—Le generaba confianza.
—Sí, desde siempre. En 30 años de militancia me sobran los dedos de una mano para recordar discusiones, que las hemos tenido, claro, pero fueron muy pocas y rápidamente compusimos. Un tipazo. Un “enfermo” de la ciudad.

—¿Y cómo les pegan las críticas que reciben por la gestión y el estado de la ciudad?
—Las bien intencionadas nos pegan bien porque sabemos que queda mucho por hacer, pero también nos queda muy claro de dónde venimos. Para criticar, hay que ver de dónde venís, por más que llevemos siete años.

—¿A qué se refiere?
—Asumimos con una ciudad explotada, ni siquiera en el ´83, cuando asumió Mestre padre, la ciudad estaba en las condiciones que cuando asumimos nosotros.

—Pero son siete años, es como hablar de una herencia que viene de ustedes mismos.
—No, no, no. Eso es aplicable para el peronismo, que gobierna hace 19 años y medio, en diciembre del año que viene -que va a ser su último mandato- van a completar 20 años y medio. En ese caso es todo de ellos: lo bueno y lo malo. En siete años no podemos revertir todo: el transporte público era precario, hoy está licitado, con el parque de unidades más nuevo del país. Hicimos nueve dispensarios; Mestre va a dejar 98 centros de salud con centros odontológicos, y antes tenía la mitad; le vamos a dejar a la ciudad seis parques educativos, la obra más progresista en serio de esta gestión. Nos quedan cosas en el tintero. Estamos viendo si encauzamos el tema de la basura, es un pendiente, pero nadie podrá negar que hicimos todo lo posible, cuando asumimos con Crese fundida. Hicimos un llamado a licitación de la basura y el transporte al mismo tiempo y puede haber sido nuestro error.

—¿Cree que el peronismo va a jugar “en serio” en la Capital?
—El peronismo, a diferencia del radicalismo, no puede vivir si no está en el poder, por eso los que hoy se pelean, mañana se abrazan y se desconocen. Son profundos kirchneristas cuando les conviene y son profundos antikircheristas cuando no. Ahora, cuando el peronismo está desesperado por tomar el poder, se vuelve a juntar. Es una fábula: el peronismo siempre apostó lo mejor que tenía en la Provincia y en la Capital.

—¿Y a usted le gustaría estar ahí?
—Voy a estar.

—¿Quiere ser intendente?
—Claramente. Es un lindo sueño que tengo desde chico. Uno participa para aportar desde un espacio. Hoy mi voluntad está puesta en seguir construyendo un proyecto superador que sea alternativa de cambio en la Provincia con Cambiemos y con Ramón Mestre como gobernador. También sigo trabajando para que la ciudad esté cada día mejor, al aportar mucho trabajo, propuestas y soluciones.

—Es difícil entender la relación de Schiaretti con Mestre.
—Desde el fallecimiento de De la Sota recompusimos la relación, que nunca debió haberse roto, aunque lo hicimos solo desde lo institucional, porque lo de los fondos es una cuestión que sigue pendiente, a lo cual no vamos a renunciar. Tenemos la tranquilidad de que no fuimos nosotros los que rompimos. Esperemos que la campaña no empañe este momento.

—Hablando de la campaña. ¿El intendente aceptaría no ser candidato?
—No lo sé, te voy a decir qué creo: estoy convencido que Córdoba necesita cambiar, porque está vieja, chata y opaca. La alternativa a este neokirchnerismo, y lo digo con absoluta responsabilidad, es Cambiemos y quiero que gane Cambiemos.

—¿Se puede romper Cambiemos?
—No se va a romper, sino que se va a ampliar. La relación es buena entre los cuatro partidos. Reaccionamos en menos de 24 horas cuando el gobernador hizo trampa, y anunció que cambiaba por segunda vez en un año la ley electoral. Casos como este los vas a encontrar en Bolivia o Venezuela, donde los que gobiernan están desesperados por aferrarse al poder y modifican las leyes electorales. En Argentina es difícil encontrar un caso como este, a nosotros nos da vergüenza ajena. ¿Sabés por qué adelantan las elecciones?

—¿Por qué?
—Porque el Presupuesto que enviaron a la Legislatura refleja que tienen plata hasta julio del año que viene y saben que desde el segundo semestre esta provincia va a mostrar una situación de debilidad económica y financiera muy fuerte. La opción para ganar es Mestre.

—Pero la discusión interna…
—(Interrumpe) Es como si en una final dejás a tu mejor jugador en el banco. Lo del año que viene es una final, nos jugamos mucho. Después de 20 años, Córdoba lidera los rankings de pobreza, presión fiscal tributaria y designación de empleados públicos. Y en todo este tiempo no pudieron solucionar el tema Epec, porque si le echan la culpa a los empleados… no me jodan (sic). El jefe de la Policía es el gobernador; el jefe de Epec es el gobernador, entonces la responsabilidad es de quien gobierna. Lo mismo pasa con la seguridad. La opción es Cambiemos a la cordobesa, con Mestre.

—¿Cómo se decide el candidato? ¿Consenso, internas o dedo de Macri?
—No, dedo no… La opinión del Presidente es importante, cómo no va a serlo. ¿Y la del intendente de la principal ciudad de Argentina no es importante? La opinión de Juez, Negri y Maqueda son importantes. Va a salir por consenso. Acá no hay dedo mágico, ni para un lado ni para otro. Los cuatro partidos, con madurez, vamos a agotar todas las instancias para generar listas de consenso. Si eso no se logra, votaremos el 24 de febrero. No hay que tener miedo. Nos dicen que se nos van a colar los peronistas. El peronismo no sabe cómo hacer para que los voten a ellos, mirá si los van a mandar para que voten en nuestra interna.

—¿Cómo se amplía Cambiemos? ¿Quién entra?
—Estamos trabajando, de a poco. Nadie está pensando en grandes estructuras, cada departamento del interior aportará algo, tienen su realidad. No estamos buscando sumar a un Messi en términos políticos, pero sí a alguien que coincida en que hay que cambiar.