La presencia de hinchas de Racing le permitiría al club albiazul embolsar $5 millones extras.
El último de local. Talleres despide 2018 ante su público enfrentando al puntero Racing Club. |
PRENSA TALLERES
Redacción Perfil
Lo pedís, lo tenés. Esta vez costó un poco más, pero después de algunos cabildeos finalmente los organismos de seguridad de la Provincia activaron el delivery. Tal como sucedió en la previa al clásico contra Belgrano del 7 de octubre pasado, la dirigencia de Talleres pidió recibir a hinchas visitantes en el Estadio Mario Kempes, y nuevamente le dieron con el gusto.
La sensibilidad que generaron los disturbios en la fallida final River-Boca, y la alteración que implicó la realización del G-20 en Buenos Aires, amagaron con dejar trunca la expectativa del club albiazul, pero el afán de diferenciarse de otras jurisdicciones se terminó imponiendo una vez más.
“Vamos a demostrar que en Córdoba se puede jugar con visitantes”, desafió Rody Wilson Guerreiro, el titular del Consejo de Seguridad Deportiva de la Provincia (Codesepro), y en barrio Jardín se frotaron las manos. Si se agotan las 10 mil entradas populares que se pusieron a la venta para los parciales de la Academia ($650, mayores; $350, menores), la “T” embolsará entre 5 y 6 millones extras.
Se sabe que, de un tiempo a esta parte, los números no le dan a Andrés Fassi. El propio mandamás reclamó varias veces más “compromiso” del hincha. En la presente Superliga, Talleres registró el número más bajo de abonos vendidos: 23 mil, contra los 42 mil de la temporada 2017/2018.
La última asamblea de representantes aprobó la creación de una fundación que, más allá de sus objetivos declamados, podría servir para amortiguar la salida del Grupo Pachuca y encontrar una alternativa superadora a esa compleja ingeniería que es la alianza con Boca y Daniel Angelici. Igualmente no alcanza.
La zigzagueante campaña del equipo y el inminente regreso a la Copa Libertadores demandan una inversión en refuerzos que el ingenio deberá ayudar a concretar.
Para colmo de males, “la final más larga del mundo” le impide conocer todavía qué rol le tocará desempeñar en el torneo internacional, que hoy lo tiene como un actor de reparto en la segunda fase preliminar y con un discreto caché de U$S400 mil por partido.
