Un hotel estancia miembro de Relais & Châteaux, catalogado como uno de los 100 mejores del mundo, está ubicado a solo 63 km de Córdoba. Lujo discreto y refinado.
La fachada de Estancia El Colibrí, uno de los 100 mejores hoteles del mundo según Tatler. |
Estancia El Colibrí
R.P.
A pocos kilómetros al norte de Jesús María, o de Ascochinga, y a 63 km de Córdoba, se encuentra Estancia El Colibrí, ‘uno de los 100 mejores hoteles del mundo’ según la revista británica Tatler, de Condé Nast Publications, especializada en placeres y el estilo de vida.
La estancia está enclavada en medio de 170 hectáreas de bosque virgen, sobre el telón de fondo de las sierras y donde los sonidos que acompañan son el trinar de pájaros, el tintineo de las campanas de yeguas madrinas y los ruidos propios de la naturaleza.
El matrimonio francés conformado por Raoul Fenestraz y su esposa Stéphanie, radicados en Córdoba, decidieron construir una suntuosa residencia de arquitectura inspirada en las haciendas de principios del siglo 20.
Abierta en 2005 y miembro de Relais & Châteaux, la Estancia El Colibrí ofrece a sus visitantes la posibilidad de descubrir la forma de vida rural de Argentina, la cría de caballos y el polo.
En un ambiente de lujo, discreto y refinado, además del alojamiento se ofrecen servicios como asado completos, en estadías mínimas de tres noches; almuerzos al aire libre a orillas del río o en la huerta propia, también con estadías de tres noches; acceso al spa con utilización del sauna, hammam, hidromasaje y ducha de alta presión, y al gimnasio y la piscina con vistas privilegiadas de las sierras.
Dentro de las actividades que se pueden desarrollar hay cabalgatas guiadas, mountain bike y trekking con más de 10 km de senderos, visita y trabajos en la huerta y participación en los trabajos de la granja, como ordeñe de vacas, recolección de huevos y visita a los corrales.
Además de conexión Wi-Fi, también se puede acceder a degustaciones de vinos y masajes y clases de polo, estos dos con costo aparte.
A pocos kilómetros de distancia, hay otro establecimiento llamado Don André –como tributo al padre de Raoul, quien falleció en 2011–, una propiedad de 160 hectáreas que se especializa en cría de ganado Aberdeen Angus para la producción de bifes catalogados como los mejores del mundo.
Maison Fenestraz
La familia Fenestraz escribió una historia que comenzó a mediados de la década de 1960, cuando André, un comerciante itinerante de café que luego comenzó a trabajar en la construcción de edificios, conoció a Raymonde.
Al unir sus talentos, los Fenestraz fueron pioneros en la construcción de lujosos chalets y residencias, entre las cuales estaban Hameau de Bellecôte Chalets, el Chalet de Pierres y el Jardin Alpin Residence.
A finales de los ’70, construyeron el Hotel y Residencia Alpen Ruitor, cuya blanca fachada se transformó en el símbolo del pueblo de Méribel Mottaret, lugar favorito entre los esquiadores.
El desarrollo del negocio familiar continuó con el Hôtel de la Loze, en un hermoso lugar opuesto a la Croisette y las pendientes de Courchevel 1850. Restaurado en estilo saboyano, el establecimiento también ofrece dos suntuosos Appartements d’Exception.
En 1992, durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Albertville, Raymonde y André no dejaron pasar la posibilidad de cumplir su sueño. En Courchevel, transformaron el envejecido hotel Airelles en un magnífico y lujoso establecimiento, también conocido como el ‘Palais de Sissi’, considerado uno de los más finos hoteles del mundo.
Luego, Raoul –el único hijo del Fenestraz– también decidió vivir su sueño y junto a su esposa Stéphanie y sus tres hijos, se mudaron a Argentina.
El sueño argentino de la familia Fenestraz también puede encontrarse cerca de Salta, donde en 2007 el ganador del Oscar Robert Duvall, adquirió House of Jasmines (La Casa de los Jazmines), una de las propiedades más valiosas de la cadena Relais & Châteaux.
La última creación de Maison Fenestraz, Casa Angatú, es una magnifica residencia de vacaciones en Trancoso, la villa del estado de Bahía, en Brasil.
En 2016, 50 años después de la primera actividad inmobiliaria efectuada por Raymonde Fenestraz, el grupo de negocios fue renombrado bajo el cartel de Maison Fenestraz.
Para reservas directas, con tarifas diferenciales para argentinos,
