"Muchos se acostumbraron a ser elegidos a dedo; nosotros no"

Es viernes por la tarde y aún restan dos actividades más. Mientras arma equipos y juega con acomodarlos en la mesa del despacho principal del Palacio 6 de Julio como si fuera un técnico de fútbol, se aferra al sillón de la punta de la mesa y resalta con énfasis: “no es fácil bancarse dos períodos acá”, golpeando con sus brazos los laterales de la silla. Gesticulador, de camisa arremangada y dispuesto a hablar de todo. En ese clima, el intendente Ramón Mestre recibe a PERFIL CORDOBA para una charla que pasará por distintos frentes: la relación dentro de Cambiemos y con la Casa Rosada, el objetivo de jubilar a Schiaretti porque “20 años son muchísimo” y una batería de mensajes para los que siguen de cerca la discusión. Allá y acá. 

- ¿Consenso, encuesta o interna?
- Vamos a tratar de poner nuestro mayor esfuerzo para revolver por consenso que es la mejor manera, por el dialogo, de resolver las cosas entre los seres humanos. Más aún aquellos que tenemos los mismos sueños por el cambio en la provincia de Córdoba. 

- Son cuatro en la mesa, ¿qué pasa si el consenso de tres de esos cuatro no apunta a usted? 
- Bueno, vamos a trabajar para tratar de que apunte. Y si no apunta, vamos a buscar la forma y la manera para lograr respaldo.  Nosotros entendemos que las encuestas son insumos, las veremos para analizarlas pero fundamentalmente, como última ratio o decisión final, si después de un tiempo no nos ponemos de acuerdo, está la solución que son las internas previstas para el 24 de febrero. Eso firmamos los cuatro presidentes de los partidos con el ánimo de buscar consenso, pero también hay que entender que la forma más democrática, genuina y transparente que existe para definir las candidaturas son las internas.  El voto de los ciudadanos.

- ¿Por qué sobrevuela siempre el fantasma del dedo? El dedo de (Mauricio) Macri, de (Marcos) Peña, de Casa Rosada…
- Porque hay muchos que se acostumbraron al dedo. Nosotros no estamos acostumbrados al dedo. Mi partido es 100% democrático en términos de tratar de resolver las cosas por diálogo o con la vida interna, de que sean los afiliados, representantes o congresales que definan candidaturas y no dedo. Entiendo que en esta instancia hablamos de un proyecto nacional del cual me siento cofundador. No había muchas posibilidades si no había acuerdo en Marcos Juárez en noviembre del 2014, nosotros conducíamos el partido y le pedí a autoridades de la UCR, que en aquel momento también eran funcionarios de mi gobierno, que se subieran a un auto y vayan porque había un sector del partido que había presentado una carta diciendo que no querían la alianza. Nosotros logramos la coalición convencidos que Pedro (Dellarosa) era un buen candidato y eso después repercutió en Gualeguaychú. Por eso me siento cofundador. 

Pero claro, en esta instancia quien gobierna el país es un representante de Cambiemos y algunos creen que tiene el dedo mágico. Y yo por supuesto que no puedo decir que no es una persona importante e influyente, pero debemos ser los cordobeses con nuestra idiosincrasia, propuestas, equipos y experiencia los que debemos elegir. 

- Para llegar al consenso, ¿cuánto cree que influirá su gestión?
- Lo primero que la gente va a evaluar es si uno tiene experiencia. Gobernar una provincia no es lo mismo que ocupar espacios legislativos o acompañando desde un partido. Esta ciudad, en cantidad de población, superficie y presupuesto Córdoba está octava en un mapa de 24 provincias y en la gestión siempre hay cosas buenas y malas por la coyuntura que tiene cada jurisdicción. No obstante, administrar siempre es un hándicap. 

- El martes, cuando se lanzó, tuvo un duro discurso contra Schiaretti. Sin embargo, hay socios de Cambiemos que insisten con que usted es el candidato del peronismo…
- Los que dicen eso, lo hacen porque están tratando de erosionar a alguien que pretende ocupar el espacio, y lo dicen solo por una cuestión de mirarse el ombligo. No se dan cuenta que el único que enfrentó al gobernador Schiaretti en serio, fui yo. El único que se animó a presentarle un reclamo judicial a Schiaretti fui yo; después, del pico y la palabra hay muchos. Pero es tirado de los pelos pensar o decir que soy el candidato de Schiaretti. 

- ¿Cree que le será fácil al PJ de Córdoba despegarse de los K?
- (Silencio) Para mí son lo mismo. Tienen prácticas similares y administran la provincia como si fuera un feudo igual que los K. Los 20 años son muchísimo cuando entras a repasar y ves que hacen agua por todos lados. Es cierto que la Provincia hace obras y está bueno, pero mi padre gobernó una provincia que debía cinco meses de sueldo y en dos años la normalizó. Y en los restantes dos construyó 40 mil viviendas, seis acueductos, miles de kilómetros de ruta. Todo sin pedir un peso prestado. Tenemos un gobernador que endeudó a la provincia en dólares y empezó a hacer obras ahora. 

“Negri sería un buen candidato a intendente”
Hace un par de meses, cuando asumió la presidencia de la UCR, el propio Mestre habló de “crear un ‘Cambiemos a la cordobesa’”, frase que tuvo rebote tanto en Córdoba como en la cúpula del Gobierno nacional. 

“Esta semana hablamos en la reunión de incluir otros espacios”, dice y agrega que “hay dos partidos que están esperando participar para ampliar Cambiemos pero la mesa pensó primero en definir y resolver el reglamento, luego ver cómo seguirá nuestra relación de cara a una posible interna y a eso lo discutiremos después”. 

Entonces, vuelve a armar con los vasos lo que sería una posible alineación de un equipo de fútbol y se apoya en lo que esta semana dijo el propio Luis Juez: “en Córdoba no tenemos un Messi”. “Es cierto -dice Mestre- pero no hay que pensar en un solo jugador. Para jubilar a Schiaretti hay que pensar en un equipo. Si alguno fue defensor, a lo mejor ahora le toca jugar de arquero para que otro haga los goles. Yo insisto con el consenso, pero si Mario (Negri) quiso se intendente en el ’99 porque no puede intentarlo ahora de nuevo. Sería un buen candidato a intendente”. 

- ¿Ve real esa posibilidad?
- Hay que preguntárselo a él.