SOCIEDAD
MATRIMONIO IGUALITARIO

Con su nueva Constitución, Cuba da un paso en la lucha contra la homofobia

El nuevo artículo 68 establecerá que el matrimonio es entre personas, sin más especificaciones, en respuesta a la demanda de la comunidad LGBTI.

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El congreso cubano aprobó el proyecto de la nueva Constitución. | DPA

Los diputados cubanos aprobaron este domingo el proyecto de texto que reformará la actual Constitución aprobada en 1976, en medio de la Guerra Fría, y que busca respaldar las reformas económicas y una nueva institucionalidad más acorde con realidad actual de la isla. El texto, que será debatido durante tres meses por la población y deberá ser ratificado en un referéndum, incluye modificaciones importantes en lo concerniente a la propiedad privada, el límite de los mandatos gubernamentales, las inversiones extranjeras y alcanza una importante modificación en pos del matrimonio igualitario.

Hasta ahora, el texto constitucional cubano solo reconoce el matrimonio entre el hombre y la mujer, pero el nuevo artículo 68 establecerá que es entre personas, sin más especificaciones, en respuesta a la demanda de la comunidad LGBTI y con la firme oposición de las iglesias evangélicas establecidas en la isla caribeña. "Con esta propuesta de regulación constitucional, Cuba se sitúa entre los países de vanguardia, en el reconocimiento y la garantía de los derechos humanos", dijo la diputada Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro, una de las principales promotoras del reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTBI en Cuba.

Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, explicó que la reforma del artículo 68 sentaría las bases para que a partir de ahí se pueda aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo en una legislación específica e incluso la adopción por parejas de gay o lesbianas. "Todas las familias han de tener garantizados por el Estado los derechos y vías para alcanzar estos fines", dijo la parlamentaria.

La medida de eliminar el término "hombre y mujer" no encontró rechazo de los legisladores que aprobaron el proyecto, pero en la reunión la diputada Castro quiso que se modificara la parte final del artículo 68 para que se abriesen las puertas a la adopción por parte de los matrimonios igualitarios y propuso suprimir los párrafos en los cuales queda explícita la condición reproductiva del matrimonio, lo que generó un intenso debate. "Si se está diciendo que el matrimonio tiene fines reproductivos, entonces todas las familias cubanas han de tener garantizados por el Estado los derechos y vías para alcanzar estos fines", afirmó Mariela Castro.

"El matrimonio no es solamente para tener hijos, empieza con otros fines, porque quieren convivir y luego viene la reproducción. Lo que propongo es que todas las familias tengan los mismos derechos". La intervención de Castro generó un fuerte debate entre los diputados durante un par de horas y que incluso al terminar, el Parlamento hizo un receso de media hora para luego continuar con la discusión sobre el resto de artículos. "Que se quite que la unión del matrimonio sea exclusiva entre hombres y mujeres es un avance. Sobre el tema de la adopción, este será un tema para el Código de Familia", afirmó la diputada Teresa Amarelle, presidenta de la oficial Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

"Lo que propongo es que todas las familias tengan los mismos derechos. Todos los derechos para todas las personas", señaló Mariela Castro en una de sus réplicas durante la sesión plenaria del Parlamento. "No hay razón alguna para negar el matrimonio a personas homosexuales, no hay razón alguna para limitar la felicidad de estas personas.", dijo por su parte la diputada Yolanda Ferrer.

El acuerdo final de los diputados este domingo fue aprobar el matrimonio igualitario y dejar el tema de las adopciones para la redacción del nuevo Código de Familia. Una vez que los diputados aprueben el proyecto de reforma constitucional, se celebrarán debates populares y el proceso concluirá con un referéndum, para que el que no hay fecha todavía establecida. Cuando esté validada la nueva Constitución, se abrirá un proceso para reformar todas las leyes en concordancia con la renovada Carta Magna, que puede durar hasta un año.