SOCIEDAD
alejandro radetic, piloto y musico

Corría picadas y propone que la Ciudad haga un ‘picódromo’

Hace un año, fue condenado por ir por la 9 de Julio a unos 200 km/h. Presentó un proyecto con Madres del Dolor para que haya un espacio cerrado “para evitar accidentes”.

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En primera persona. El corredor y músico Alejandro Radetic posa en la Av. 9 de Julio y Córdoba, donde protagonizó una picada a 200 km/h en mayo del año pasado. | Aballay

Hace poco más de un año, ganó notoriedad por correr una picada en plena 9 de Julio, en una camioneta importada a unos 200 km/h. Ahora, y en el marco de la condena que cumple por infringir las normas de seguridad vial, Alejandro Radetic acercó al gobierno porteño un proyecto que propone construir un “picódromo” oficial, con el que, asegura, “dejarían de llevarse a cabo” las carreras y exhibiciones clandestinas con autos preparados en la Ciudad.

“Entre el 80 y el 90% de los que corren en las calles de la Ciudad lo hacen porque no hay un lugar adecuado para hacerlo. Con  un espacio para correr picadas habilitado como corresponde se evitarían muchos accidentes. Se puede armar muy fácilmente; todos los deportes tienen su espacio. El lugar que funciona en el autódromo de la Ciudad para las  picadas no está en buenas condiciones y cobran mucha plata para correr 20 segundos. Estoy seguro de que se puede hacer algo mejor y donde puedan correr los autos de alta gama y hasta los Fiat 128 preparados”, asegura Radetic.   

La presentación de la propuesta al gobierno porteño fue en el marco de la condena que cumple por haber corrido a alta velocidad y dañar la vía pública, al romper uno de los separadores de plástico que dividen los carriles del Metrobus de la 9 de Julio. Fue acompañado por Viviam Perrone, de la ONG Madres del Dolor. “Estoy arrepentido de lo que hice. Al punto de no querer subirme más a un auto para correr en las calles. Recién puedo volver a manejar dentro de un año. Ahora uso taxis, combis o Uber”, señala Radetic.

Plan. Desde la Secretaría de Transporte porteña, en tanto, informaron que solo hubo una reunión respecto de ese tema. “Viviam Perrone y Alejandro Radetic se reunieron con la Subsecretaría de Movilidad Sustentable y Segura, y por ahora se está analizando la viabilidad de su propuesta. No se presentó ningún proyecto de ley al respecto”. En relación con los controles, desde esta oficina aseguraron que se triplicaron los controles de tránsito con distintos fines específicos como velocidad, motos, y transporte ilegal, entre otros. “Pasaron de los 29 existentes a principios de 2017 a los 83 actuales”, adelantaron.  

La entrevista con el corredor y músico de reggeaton se hizo en la esquina de 9 de Julio y Córdoba, a pocos metros de donde se lo vio pasar a casi 200 km/h con su camioneta Porsche Cayenne Turbo 2004. Aquella madrugada, Radetic corrió una picada contra Alejandro Biscardi, quien utilizó una Dogde Ram 1500. El mes pasado, en tanto, otro caso pudo resultar fatal: el dueño de un Audi R 8 preparado hizo “trompos” en pleno puente Pacífico, un domingo de madrugada.

Peligrosas. Las picadas y las exhibiciones son apenas dos ejemplos de una realidad que se vive en las calles y avenidas porteñas, en las que el gobierno porteño presenta algunas dificultades a la hora de controlar. Según  un informe presentado la semana pasada en Alemania sobre seguridad vial, la Argentina es uno de los peores países de la región en esta materia. (ver aparte).

Las picadas se arman a través de grupos de Whatsapp. “Se desafían a correr una determinada hora y lugar”, señala Radetic. “Se hace así, porque hay muchos informantes entre los seguidores de los pilotos que salen a ‘jugar’, jerga con la que definimos a las picadas”, agrega.

Argumentos. Esta semana, el Banco Ciudad remató tanto la camioneta Porsche de Radetic como la Dodge Ram de esa noche. Radetic cuenta que llegó a la 9 de Julio después de haber unido varias veces, y a alta velocidad, Pilar con Quilmes. “Las imágenes son solo una parte de la picada total. Esa noche corrieron más de 15 autos. Uno de los que participaron subió las imágenes a las redes y así nos descubrieron”, enfatiza el piloto.

“Nunca negué que corrí a alta velocidad, pero me condenaron por romper un divisor de carriles del Metrobus. Pasé seis días en la cárcel de Ezeiza. Nunca más vuelvo a correr una picada”, asegura antes de subirse a una combi de vuelta hasta Nordelta, donde vive.

 

Circuitos en las avenidas porteñas

Uno de los temas que más preocupan es el de los “circuitos” que se arman para correr picadas. Viviam Perrone, de la ONG Madres del Dolor, dice que “el polígono de la avenida General Paz, el ramal Pilar de la Panamericana y el Acceso Oeste es el principal circuito para las carreras de picadas. Nadie se hace cargo”. Perrone señala las avenidas Juan B. Justo, Del Libertador y la 9 de Julio entre las preferidas de los corredores. “Desde los viernes a medianoche salen a correr. Hay más de 3 mil cámaras y no se pueden prevenir las carreras. Falta prevención”, afirmó, de manera contundente, la madre de Kevin Sedano, que murió atropellado por un auto que corría picadas en 2002. Tránsito porteño asegura que los registros de las cámaras quedan guardados y tienen efecto disuasorio.

 

Según un informe mundial de seguridad vial, el país, entre los peor calificados.

Los índices son, cuanto menos, alarmantes: la Argentina no sólo tiene altos índices de víctimas fatales por accidentes de tránsito sino que también, está entre las naciones que menos utilizan el cinturón de seguridad tanto en los asientos delanteros como en los traseros, a pesar de las leyes y multas que, según los responsables de las carteras de Tránsito nacional y porteña, “aún están vigentes” y se aplican.

Si se tiene en cuenta que en países como Francia, Noruega o Alemania -pero también Lituania e Indonesia, entre otros- el uso del cinturón sube al 99% en los casos de asientos delanteros, en el país sólo el 50% de los automovilistas lo usan con regularidad. Y entre los que los utilizan en los asientos traseros, el número es aún más alarmante: sólo el 23% de los pasajeros argentinos dicen ocuparlos.

Los datos se desprenden de un estudio que el Grupo Internacional de Datos en Seguridad de Tráfico (Irtad) presentó la semana pasada en el Foro Internacional de Transporte en Leipzig, Alemania, del que participó PERFIL.

Indicadores. El objetivo del estudio es presentar comparativas entre 41 países, varios de ellos de América latina, para alertar sobre las medidas de seguridad vial necesarias para reducir las muertes por accidentes, entre otros.

Así, y aunque según el informe de la Irtad, todos los países calificados bajaron las tasas, se puede evaluar que mientras Noruega, Suecia y Suiza tienen menos de tres víctimas fatales cada 100 mil habitantes por accidentes en  rutas, la Argentina está entre los países que peor califican, con 12 víctimas cada cien mil personas. El peor calificado es Sudáfrica, con 25.

En 2016, en el país se registraron 2,6 víctimas fatales por cada diez mil vehículos, y en más de veinte de los 41 países participantes, esa cifra fue de menos de 0,5.