“No nos representan” y “no en nuestro nombre” fueron algunas de las frases elegidas para rechazar las recomendaciones del W20, el grupo de mujeres del G20, durante la reunión del Foro Feminista frente al Congreso. A unas 20 cuadras, en el Centro Cultural Kirchner, se desarrollaba el encuentro oficial, con las delegadas de los veinte países, que le entregaron un informe final a Mauricio Macri para que lo analice el G20 en noviembre.
Para la empresaria Delia Flores, que participó de la delegación en Alemania durante la presidencia anterior del G20, “se perdió una gran oportunidad de avanzar más. La agenda es prácticamente la misma que hace un año”, dijo.
Una de las incorporaciones fue el eje “mujer rural”. Fue el caballito de batalla de la chair Susana Balbo, aunque el tema puede perder protagonismo con la presidencia de Japón, que lo puede seguir tangencialmente, según indicó Yoriko Meguro, quien tendrá a cargo el grupo en 2019.
La economista Lucía Cirmi Obón consideró que al W20 “le faltó diversidad de voces y representaciones. Se hizo más que evidente en el área rural”. Y destacó que las mujeres rurales y sindicalistas participaron, en cambio, del encuentro del Foro Feminista en el Congreso. “Las realidades de la mujeres son muy diversas y eso no estuvo tan claro”.
Los grandes títulos del W20 fueron la inclusión en el mercado laboral, el cierre de la brecha en 25% para el 2025, la inclusión financiera y la paridad salarial, además la conectividad y la economía digital como herramientas para mejorar la participación de las mujeres y el emprendedorismo.
“Se habló mucho de la inclusión, pero antes estamos en situación de desigualdad. Aumentar la participación laboral no es el objetivo en sí mismo. Dadas las cosas como están, lo que aumenta es la doble jornada: trabajo en el mercado y en el cuidado”, agregó Cirmi Obón. Uno de los puntos del texto final incluye los servicios de cuidado, financiados por el Estado.
Candelaria Botto, de Economia Femini(s)ta, también marca que “no está mal la agenda sino que restringen el debate a un grupo de mujeres que es muy reducido, en todos los países. Desde que se creó el G20 no hubo una mejora en las brechas de género”. Junto con otras organizaciones, desarrollaron un documento para generar una agenda más inclusiva, con paridad en la toma de decisiones en el Estado, inversión de recursos públicos contra la discriminación hacia las mujeres, el sistema de cuidado y más derechos laborales, entre otros puntos. La falta de estadísticas es el gran punto en común de los distintos enfoques.
Hombres de negocios. El B20, comandado por Daniel Funes de Rioja (Copal, UIA) y con la empresaria Carolina Castro como sherpa hizo un esfuerzo para que en cada panel haya al menos una mujer. Los traicionó el ambiente donde predominan los hombres: las primeras filas, donde estaban los “popes” de la economía local, dominadas por los trajes y corbatas.
El texto final de también el B20 le entregó a Macri señala la necesidad de llegar a la igualdad. En el segundo día del evento, la sherpa convocó a una foto de todas las mujeres presentes con la consigna “busquen que hay mujeres”. “Tenemos que seguir trabajando para que seamos más y, sobre todo, en puestos de decisión”, dijo Dalma Parisi, de Siemens y la red “Women in Compliance”.