A 100 kilómetros al sur de Múnich y cerca del monte Zugspitze, la montaña más alta de Alemania, la Cumbre del G7 reunirá este fin de semana a sus jefes de Estado y seis presidentes invitados, en un encuentro en el que la guerra en Ucrania desatada por Rusia alterará el temario que se había definido con anterioridad. Alberto Fernández arriba este domingo a Alemania para participar de esas reuniones, en las que volverá a presentarse como el representante de América Latina y el Caribe, con el objetivo de mostrar cómo ese conflicto bélico ya afecta a la región.
El lujoso hotel Schloss Elmau, en los Alpes bávaros, será el escenario del G7, una asociación de países económicamente desarrollados, que incluye al Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Estados Unidos, Francia y Japón. A ellos se le sumarán seis invitados: Argentina (será el único país sudamericano, preside la CELAC), India (mantiene una relación cercana a Alemania), Indonesia (preside el G20 este año), Sudáfrica (único miembro africano del G20), Senegal (preside la Unión Africana) y Ucrania (invitada tras la guerra).
No se sabe si Zelenski irá a Alemania o asistirá en forma virtual
La primera cumbre de seis países fue en 1975 ante la crisis económica mundial. Un año después, se agregó Canadá: desde entonces, esos siete países industrializados conforman el G7. Si bien inicialmente las discusiones se centraron en cuestiones económicas, los temas se fueron ampliando en las décadas siguientes. En 1998, Rusia fue admitida en el círculo, pero fue excluida nuevamente en 2014 luego de que anexionara Crimea (Ucrania).
Este año, el conflicto bélico desatado por Rusia y la confirmación de la participación del presidente ucraniano Volodímir Zelenski (aún no se sabe si presencial o virtual) alterará el temario que se había acordado meses atrás que tenía como eje prioritario a la protección del clima y la lucha contra la pandemia de coronavirus. En menos de 48 horas que durará su estadía en Alemania, el gobierno de Alberto Fernández cree que esta cumbre es “una excelente oportunidad para reiterar el llamamiento a la solución de los conflictos por medios pacíficos, en donde todas las partes involucradas se sienten a la mesa de negociación, remarcando la obligación de respetar la soberanía de los Estados y su integridad territorial”.
El jefe de Estado argentino hablará en representación de los 33 países que componen la CELAC y marcará los impactos inmediatos de la guerra. “Mientras se pelean en el norte hay un sur que padece. El trigo que no se produce en Rusia y Ucrania no llega a África, Centroamérica y a muchos países de Asia. Esta guerra causa hambre”, repite Alberto Fernández.
Los conflictos domésticos por la falta de gasoil quedarán a 11 mil kilómetros cuando como Presidente de la Argentina plantee su vocación de ser un proveedor estable de energía y alimentos. “El aumento en los principales insumos como fertilizantes y combustibles genera una carga adicional en los precios que la población general afronta, implicando una mayor pobreza y un problema de oferta a nivel mundial. Nuestro país como productor y exportador tiene la oportunidad de convertirse en un actor referente aumentando la producción y exportación de determinados productos como lo hizo en la última campaña de trigo”, explican desde el gobierno horas antes de la llegada a Alemania.
La primera actividad oficial de Alberto Fernández de este domingo será una reunión bilateral con el primer ministro de la India, Narendra Modi. Más tarde, participará en la actividad de bienvenida de los países invitados al G7. El lunes, el Presidente argentino llegará a Schloss Elmau, la sede oficial de la Cumbre, donde lo recibirá el canciller Scholz. Ese mismo día, mantendrá una reunión bilateral con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y, cuarenta minutos después con Olaf Scholz. La actividad en Alemania terminará con una cena ofrecida por el canciller, de la que participarán todos los jefes de Estado.