Un año después de la desaparición del submarino ARA "San Juan" el 15 de noviembre de 2017 en aguas del Atlántico Sur, las familias de los 44 tripulantes están como al principio, lamentó Luis Tagliapietra, padre de uno de ellos: "Pasó un año y estamos como el primer día: no sabemos dónde están ni sabemos qué pasó".
El abogado y querellante en la causa judicial que investiga la tragedia que sacudió al Gobierno de Mauricio Macri es uno de los tres familiares de los tripulantes que está como observador a bordo del buque "Seabed Constructor", de la firma estadounidense Ocean Infinity, contratado por el Estado argentino para continuar la búsqueda hasta ahora infructuosa del sumergible.
Tagliapietra lleva más de dos meses de navegación en los que tuvo que atravesar el estrés del hallazgo de 22 posibles indicios del submarino que luego fueron descartados tras una verificación con los minisubmarinos autónomos y otros recursos de última tecnología que traslada el buque de bandera noruega: "Fantaseaba con que en menos de un mes pudiéramos encontrarlos", confesó.
El ARA "San Juan" desapareció el 15 de noviembre de 2017, después de reportar un incendio en el área de baterías por el ingreso de agua de mar mientras navegaba desde la austral ciudad de Ushuaia rumbo a su base en el puerto de Mar del Plata. En la investigación judicial aún "no hay acusación a simple vista". "Pero para nosotros es clara la responsabilidad de varios miembros de la Armada", asevera el padre del tripulante, que advierte que la tragedia podría repetirse por los problemas de mantenimiento en las Fuerzas Armadas argentinas.
La búsqueda se suspenderá el viernes. "Estoy ya se sabía, ya lo habíamos hablado que cumpliendo los 60 días operativos mínimos la empresa tenía otras obligaciones, llevar el buque a dique seco para una una certificación para poder seguir navegando", dijo Tagliepietra. "La idea de la empresa es volver en febrero, ahora va a depender del ministro (de Defensa Oscar Aguad) y la Armada renovar el contrato para que puedan retomar en febrero la búsqueda. "Tendríamos que aprovechar estos poco más de dos meses para revisar toda la información y establecer una nueva planificación ya pensando que puede haber pasado otra cosa distinta que la historia oficial", agregó.
-¿Cómo sobrellevó este año?
Estoy mal, me siento frustrado, cansado, agotado, abatido, defraudado incluso de mí mismo porque pasó un año y estamos como el primer día: no sabemos dónde están ni sabemos qué pasó. La causa judicial en la que soy querellante está estancada, se juntan papeles y testimonios pero no se avanza para esclarecer absolutamente nada. El Poder Ejecutivo lo hace todo difícil. El Poder Legislativo no, a muchos legisladores tengo que agradecerles porque ayudaron muchísimo, pero el oficialismo traba absolutamente todo.
Hace un año que estoy en una especie de limbo porque casi que no he podido trabajar ni hacer otra cosa, trabajé lo mínimo indispensable para vivir y comer porque por supuesto nunca le pedí un centavo a nadie, nadie me dio absolutamente nada. Me siento solo contra el mundo, solo contra los poderes del Estado más poderosos.
-¿Cómo fueron estos más de 60 días de navegación en búsqueda del submarino?
Se hizo muy duro por el trabajo, la rutina, las 24 horas pendientes de todo, el estrés, los nervios, todos los sentimentos y además las responsabilidades con el resto de los familiares. No me lo imaginaba, yo fui artífice de obligar estos 60 días operativos mínimos en el contrato, fantaseaba con que en menos de un mes pudiéramos encontrarlos.
-¿Cuál es su opinión sobre la actuación del Gobierno, las Fuerzas Armadas y la Justicia? ¿Permitieron avanzar en la búsqueda de las causas de la tragedia y la búsqueda del submarino?
Pasamos por contradicciones de la Armada, algunas mentiras, claras mentiras los primeros días. Por parte del Gobierno lo mismo, todo fue difícil, nos mintieron mucho, nos engañaron, particularmente el ministro de Defensa nos mintió en la cara. No sólo lo denuncié penalmente sino que intenté colaborar en el pedido de juicio político.
La Justicia no me llama la atención. Tenía mucha expectativa en un principio por la voluntad que expresó la jueza (Marta) Yañez, pero se fue de vacaciones a fin de año cuando todo estaba en el peor momento, no tomó medidas urgentes como los allanamientos, que llegaron dos meses tarde, hizo poco. No hay cambio de carátula, no hay acusación a simple vista aunque para nosotros es clara la responsabilidad de varios miembros de la Armada. No nombró peritos, no citó peritos, no pidió pericias.
-¿Hay responsables de esta tragedia?
Hay varios miembros de la Armada, y del gobierno. Soy querellante en la causa y no puedo dar nombres.
-¿Se podría repetir una tragedia de este tipo?
Por supuesto que se podría repetir. Esto se vislumbra que fue algo que podía haber sido evitado porque el estado de mantenimiento del submarino era paupérrimo, así como lo es el de toda la flota de la Armada y de los aviones, así como pasa en el Ejército y la Fuerza Aérea. Las Fuerzas Armadas han sido desmanteladas, no cuentan con presupuesto, hoy ni siquiera tenemos buques con tecnología apta para buscar el submarino, tenemos que contratar empresas extranjeras para que lo hagan.