El mensaje de José Emilio Burucúa en respuesta a la disposición del Gobierno porteño generó amplias adhesiones en el campo intelectual argentino. Sin embargo, lo que provocó algunos rechazos fue la foto que difundiera en la que se presenta con una estrella amarilla en el pecho, en clara referencia a la imposición de las autoridades nazis a la población judía, durante su gobierno en Alemania.
La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) publicó un comunicado que expresa el descontento que provocó esa imagen en la institución: "La conspiración y la banalización, siempre, y en especial a horas de conmemorarse el Día de Holocausto, resultan inoportunas y agraviantes. Su “propuesta”, portando una estrella amarilla es inadmisible (…) y su comparación es incomparable, comparta o no las medidas de salud pública del gobierno porteño. En estas épocas de pandemia, parece que también deberemos cuidarnos de aquellos que ofenden la memoria de los 6 millones de judíos masacrados.”
Consultado al respecto por PERFIL, Burucúa aclaró que "He leído el mensaje de la DAIA. Reconozco haber quizá exagerado con el símil. Pero la DAIA me acusa de banalizar la cuestión. No creo que el tema de las libertades constitucionales y la discriminación por pertenencia un grupo etario sean "banalidades". Entre 1933 y 1935, las primeras estigmatizaciones visibles e institucionales contra los judíos empezaron por cuestiones de trámites. A partir del 35, con las leyes de Nuremberg, se ingresó ya en el plano de la persecución física y moral; y, a partir de la Noche de los Cristales, arrancó el plan genocida."
Permiso para mayores de 70: se encendió la mecha
"Estoy casi seguro de que nada de eso ocurrirá con los ancianos argentinos, por fortuna. De todos modos, la pregunta sería: ¿qué próximo paso daremos? ¿Se incluirán las personas mayores de 65, luego las mayores de 60, luego las que se sepa que tienen enfermedades previas y se les irán repartiendo números o localizaciones vía whatsaap? China no puede ser nuestro ejemplo de NADA. Es una sociedad totalitaria que, encima, falseó los datos. El ejemplo tendría que ser el de la canciller de Alemania. En su primer discurso en cadena, el primero de su gobierno después de trece años, pronunciado a partir de la llegada de la pandemia, recalcó que Alemania es y será una democracia, cosa que implica el respeto irrenunciable de las garantías y derechos."
"En el día de ayer, el diario El Mundo de España publicó una entrevista a la señora Merkel con el siguiente encabezamiento "Aislar a los ancianos para recuperar la normalidad tras el coronavirus es éticamente inaceptable". No tengo más nada que agregar. Sólo que no saldré con la estrella amarilla en el pecho pero sí con un cartel colgado del cuello donde diga "Tengo más de 70 años y mi documento es..."