El 9 de noviembre de 1934 se inauguró la Línea C de Subterráneos de Buenos Aires. No fue la primera, ya que en 1913, se había construido la Línea A. Sin embargo mejoró el transporte urbano al conectar transversalmente toda la red de subterráneos.
Buenos Aires crecía muy rápido con las migraciones de Europa y del interior del país. La ciudad ya se había posicionado entre las principales del mundo en cuanto a transporte urbano.
Los trabajos de la Línea C coincidieron con la década infame argentina (1930- 1943). el General Agustín P. Justo, quien era entonces presidente de la Nación, inauguró la obra.
El mundo sufría la Gran Depresión económica y eso hizo que la construcción arrancara con algunos obstáculos. En un inicio la obra estuvo a cargo de la Compañía de Tranvías Anglo Argentina (CTAA), empresa era dueña del 80% de la red de trenes en Argentina. A pesar de ello, tuvo que detener los trabajos. Entonces se firmó un convenio con la Compañía Hispano Argentina de Obras Públicas y Finanzas (CHADOPYF).
La línea C une las estaciones de Constitución y Retiro. El primer tramo que se presentó fue entre Plaza Constitución y Diagonal Norte, 2,8 km de longitud. Luego, al inaugurarse el segundo tramo hasta Retiro, se sumaron 4,5 km a los iniciales. La línea C transporta 200 mil pasajeros aproximadamente por cada día hábil.
La línea C del Subte inauguró también el arte con las mayólicas y azulejos importados. También con los murales decorativos que se replicaron poco a poco en otras estaciones. Las mayólicas representaban paisajes de España y fueron construidas por diferentes regiones de ese país.
Los responsables de la ornamentación subterránea fueron los arquitectos argentinos Martín S. Noel y el ingeniero Manuel Escasani. Ambos trabajaron el estilo neocolonial. Noel había hecho ya varias obras en Argentina, pero solicitaron que se incorporara en el proyecto por tener estudios en la Escuela Especial de Arquitectura de París durante 1909 y además en la Escuela de Bellas Artes de la capital francesa.
El gobierno de Justo impulsó la industria estatal y ante la crisis mundial de libre comercio, firmó el 1 de mayo de 1933 el controvertido Tratado Roca-Runcimon con el Reino Unido. Ese pacto aseguró las exportaciones de carne argentina hacia el país europeo, a cambio de importantes concesiones económicas de parte de Argentina. Entre ellas, figuraba la concesión de todos los medios de transporte público de la ciudad de Buenos Aires a una empresa mixta llamada Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires (CTCBA).
Creada en febrero de 1939, la empresa era el único órgano de naturaleza estatal – privada. Esta institución se quedó con todo el manejo de los tranvías, subterráneos y los colectivos. Su parte privada fue representada por la Anglo Argentina. Luego pasó a mano de otras dos instituciones y hoy pertenece a Subterráneos de Buenos Aires. Una empresa estatal traspasada a la municipalidad de la Ciudad, en 1979.
