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Estados Unidos

Condenaron al "brujo del amor" argentino que extorsionaba mujeres en California

Ariel Boiteux, detenido en Paraguay, ofrecía realizar "hechizos mágicos" con fotos, videos o audios eróticos de sus clientas. Después, les pedía dinero para no publicar el material.

Ariel Boiteux brujo
Ariel Boiteux dirigía una red internacional que extorsionaba a los creyentes en los "hechizos de amor". | Cedoc

Un argentino que dirigía una red internacional que extorsionaba a los creyentes en los "hechizos de amor" fue sentenciado el lunes 6 de mayo en una corte federal de San Diego, California, a dos años de prisión. Ariel Boiteux y sus cómplices, que trabajaban desde Paraguay, colocaban anuncios en internet en los que ofrecían a realizar "hechizos mágicos" para ayudar a las personas a encontrar el amor, señalaron las autoridades. A los clientes se les pedía que se grabaran realizando actos sexuales y enviaran sus videos a Boiteux para completar el hechizo.

En su lugar, las autoridades señalaron que las víctimas eran amenazadas con que se publicarían sus videos en internet a menos que realizaran un pago. Según reportes, a una figura pública se le exigió un pago de 250.000 dólares. Más de 200 personas de diversas partes del mundo fueron engañadas, indicaron las autoridades. Tras el arresto de Boiteaux en Paraguay, fue extraditado a los Estados Unidos y se declaró culpable el año pasado de transmisión de una amenaza de extorsión desde el extranjero.

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El "brujo" habría trabajado en banda con al menos seis estafadores que operaban detrás de tres páginas web: amarres.com, amarre.com y brujovip.com, todas dadas de baja en la actualidad. Desde allí ofrecía a sus clientas —que acudían a él desde México, Guatemala, República Dominicana, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, España, Suiza e Italia— un servicio con la promesa de conseguir "amores imposibles", "retirar amores tormentosos" y hasta "recuperar a la pareja que las abandonó".

El "gurú" pedía videos, fotos y audios eróticos como parte de un supuesto ritual que ayudaría a sus clientas a lograr los objetivos sentimentales que buscaban, pero que luego utilizarían para extorsionarlas. Si no pagaban, decía, él publicaría en internet las imágenes, amenaza con la que obtuvo casi un millón de dólares en dos años. Una de sus clientas llegó a pagar 25.000 dólares para evitar que se difundiera su material. 

“Extorsión particular, estafa y otros cargos particulares que contempla la justicia norteamericana como conspiración y utilización del sistema electromagnético de los Estados Unidos, transferencias bancarias y esas cosas” son lo delitos de los que se le acusa, comentó el fiscal de Asuntos Internacionales del Paraguay, Manuel Doldán, tras la detención hace seis meses. "No le daría la denominación de brujería; lo que ofrecían eran servicio no se de qué característica para recuperar parejas y en parte de esos rituales exigen estas imágenes de tinte sexual", explicó entonces.

D.S./F.F.